Capitulo 9

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Para Ilpyo fue incómodo tener a Jin Taejin enfrente de él, el beta tenía su mano encima de su hombro.
Y aunque trataba de mantener la calma, estaba completamente aterrorizado.

— Bienvenido ala familia — dijo el hombre amablemente y con una gran sonrisa.

Ilpyo recupero el color y soltó un suspiro de alivio, se apoyó en su rodilla y empezó a respirar, coloco su mano en su pecho sintiendo lo rápido que iba su corazón.

— Lo asustaste, abuelo — bufo Mori divertido.

El alfa se volvió a erguir y devolvió la sonrisa al hombre. Extendieron sus manos y las estrecharon en un amigable apretón.

— Gracias, señor — fue lo último que dijo Ilpyo antes de recibir un fuerte puñetazo en la cara.

El pobre pelinegro terminó afuera de su propia casa, se estaba hartando de que todos lo usen como saco de box.

Un poco desconcertado, Ilpyo volvió a entrar ala casa, lamentando internamente lo que le pasó ala  puerta. Aunque si era sincero, la reacción fue mucho mejor de la esperada.

— Al parecer tu novio no murió, calabaza — dijo complacido Taejin mientras bebía su taza de té.

— No, Ilpyo es muy fuerte. Él es perfecto — anunció presumido el omega.

— Al parecer si eres digno de esta familia — alegó el beta.

Mori trajo un poco de mandu que le trajo Mira y Daewi, ese par también estaba haciendo una bonita pareja. Empezó a servir y repartir en unos tazones blancos. Claro que al momento que él se sentó, su plato era del tamaño de una olla pequeña.

— Si — murmuro cansado Ilpyo tomando asiento alado de Mori.

El castaño se veía espléndido, su sonrisa iluminaba la casa entera, su olor de flores y dulce de leche inundaba la casa, y aunque fuera Ilpyo el único que podía disfrutar del aroma. Jin Taejin podía sentir la atmósfera, conocía a Mori y sabía que su adorado nieto estaba totalmente Feliz alado del nieto del sargento Park.

— ¿Cuánto tiempo llevan viviendo juntos? — preguntó el viejo beta mientras apuntaba con sus palillos al hombre de cabellos negros.

— Unos 3 meses y medió.

— Es poco tiempo, considerado el embarazo de Mori.

— Oh, eso fue porque yo no se lo dije hasta después de ir a Ore — defendió Mori con la boca llena a Ilpyo de su abuelo.

— Además, ya estamos casados — dijo sin importancia Mori mientras se limpiaba la boca con el brazo.

Taejin había mirado a su nieto tranquilo, hasta que escupió su té al recapacitar de las palabras.

— Eso fue algo irresponsable, Mori, además, usa servilletas, calabaza — regaño a su nieto ante su falta de modales.

El castaño tomo un par de servilletas para asearse obediente a su abuelo. Ilpyo lo ayudo un poco a levantarse y los tres caminaron ala pequeña sala.

— lo sé, pero no tenía otra opción — menciono sereno el omega mientras se desplomaba en el sillón.

— Calabaza, ¿cuándo nacerá tu cachorro? — preguntó suave a su nieto, el hombre que se acomodó alado del omega.

Ilpyo regreso de la cocina para seguir hablando con el abuelo de su pareja. La escena le pareció de lo más dulce. Desde hace un tiempo Mori no se veía tan feliz, e internamente Ilpyo desea que se quede así.

Mori estaba hablando con su abuelo mientras sonreía brillante y hermoso. Utilizaba un overol de maternidad, una playera blanca y enzima de todo la chaqueta de Ilpyo. Su omega era hermosos, era el orgullo de Ilpyo.

El más hermoso omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora