Capítulo 6

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Todo se había ido ala mierda desde que Nox se había apoderado del Seúl, aprovechando el desastre que ocasionaron en el torneo e incriminando a Mujin Park.  Algo que odio Mori fue tener que esconderse, fue todo una molestia, además de tener que separar de Ilpyo un lapso de tiempo lo hacía estar de un muy mal humor.

Mira decía que parecía embarazado en broma, y a Daewi no le hacía mucha gracia, pero estaba algo de acuerdo con su novia. 

El plan para entrar al reino de los monstruos, donde se decía era la tierra natal de Sun Wukong, empezó a llevarse a cabo.

- ¿Por qué me tengo que quedar yo aquí? - chillo en reclamo ala vieja Ungnyeo que era cargada por Bora.

- Porque te quieren a ti, y porque los ayudaras una vez lleguen aquí.

Mori no estaba realmente contento, pero había aceptado a regañadientes. 

Mori coloco su palma abierta enfrente de su boca, tratando de no vomitar. Últimamente, se sentía raro, su cuerpo había cambiado, las enfermeras le habían dicho que era por su presentación y por su marca, ya que al parecer su cuerpo se moldeaba a ser más atractivo para su alfa. La simple mención de su alfa lo volvía ansioso.

Acaso este cuerpo parecido al de Mira sin tetas, ¿es atractivo?. Sé cuestiono Mori internamente.

A pesar de los cambios físicos y de su malestar de estómago, su fuera seguía siendo la misma.

...

Cuando llegó al rescate de sus amigos y devasto a todo los sacerdotes y creyentes, se encontró con uno que le había podido hacer frente. De una patada le había roto una chaqueta que traía amarrada en la cintura. Mori se enojó, había logrado hacer que Ilpyo impregnara su aroma en ella y la traía a todas partes, y ahora ya no servía, además que estaba en un combate como para recogerla y pedirle a Mira que la arregle.

- Se rasgó - había mencionado desconcertado - Esa chaqueta, era la única que Ilpyo me había dejado - reclamo enojado a su contrincante.

- ¿Ilpyo?, ¿la otra llave? - cuestiono extrañada la chica.

La mujer de cabellos cortos y morados empezó a olfatear el aire curiosos, arrugo la nariz al sentir un encantador aroma a flores en plena primavera.

- Eres un omega - gruño la chica.

- Y tu una alfa - devolvió Mori con seriedad.

-  Además, no eres tan fuerte como decía el obispo Manjin Sang, y no puedes mantener por tanto tiempo el estado de Rey mono - menciono altanera.

- Tenía tantas ganas de conocerte, pero no sabía que eras un omega, además de estar emparejado - enfatizo la mujer al ver la cicatriz en la glándula de olor del varón, su ropa la dejaba claramente al descubierto.

Mori retrocedió y con una pequeña sonrisa hablo.

- Perdón, pero ya me tengo que ir - se despidió, he invoco ala nube voladora.

Apunto al suelo.

- Esto no es neblina - chillo impotente la mujer.

- Nube voladora, golpea.

Una gran descarga eléctrica cayó sobre los miembros de Nox, Daewi agarro rápidamente a todos los aliados sacándolos de su posible muerte.

...

Cuando al fin llegaron Ungnyeo estaba haciendo el rito con Bora. 

- ¿Otra vez tú? - regaño el omega al ver el desastre que iba a empezar.

- ¿No puedes dejar de molestar a los demás por un minuto? - regaño Mori mientras su olor se esparcía por toda la cueva.

Era un olor suave y relajante que incluso llegaba a adormecer, hacía sentir cierta protección.

El más hermoso omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora