Lumbra | Taegyu

Capitulo 6 🥐☕️

Había caído la noche, las estrellas comenzaban a poder visualizarse y una brisa más fresca se apoderó del ambiente. Parecía una noche perfecta, o eso pensó Taehyun cuando miraba fijamente a Beomgyu que comía algo se comida instantánea.

Por mucho tiempo Kang Taehyun fue el tipo de chico tierno e inteligente que todo el mundo adoraba. De niño portaba un aire tierno que hacía que todos quisieran estar cerca de él.  Su familia halló que podían sacar provecho de eso. La verdad, nunca lo obligaron a nada pero tampoco era como si se sintiera bien negándose así que se pasó la niñez y parte de su adolescencia modelando para marcas infantiles y siendo, a la par, el número uno en la escuela. Taehyun era el nombre que mencionaban para todo: ¿Representante de la clase? ¿Una obra de teatro? ¿Festival de música? ¿Debates escolares? ¿Feria de ciencias? Para todo figuraba como primer nombre de la lista 'Kang Taehyun'.

Ciertamente llegó a abrumarse con todo eso y cuando tenía quince años le dijo a su familia que ya no quería modelar más y en la escuela comenzó a negarse a ciertas actividades. Se empezó a sentir más libre y contento, pensó que por fin sería un adolescente normal de esos que cometen errores y la gente solo dice "es un muchacho". Pero no advirtió que la sombra de su pasado lo seguiría persiguiendo. Todos esperaban mucho más de él, querían que fuese el primero y el mejor y si no lo era los demás se decepcionaban y hacían alusión a su exitosa niñez.

Hasta el momento, siendo un adulto profesional y estable, su familia seguía llenando cada encuentro con anécdotas de la asombrosa vida del Taehyun en su infancia y las esperanzas desmoronadas porque pudo haber sido un ídolo o actor como muchos de sus compañeros de ese entonces. Era exasperante tener que escuchar como nadie valoraba lo que era ahora como si hubiese tomado la peor decisión de su vida. Amaba a su familia y sabía que lo amaban a él pero la situación no era favorable ni amena cuando se juntaban.

Cuando se encontró con Beomgyu estaba escapando de esa situación y al escuchar al menor contar la suya se sintió con la dicha y responsabilidad de sacarlo de ahí. Porque, podía ser fastidioso tener que vivir con el fantasma del pasado pero creía que era peor vivir estancado en un presente que no lo hiciera feliz.

— ¿No comerás algo? Tú compraste todo esto.— La voz del menor lo sacó de sus pensamientos y se permitió reír con la tierna imagen que tenía al frente de un chico en cuclillas y formando un puchero mientras sorbía los fideos.

— Comeré ahora, no te preocupes,— le respondió mientras se ponía de pie.

Las cosas podían no ser buenas siempre pero no todos los días se tenía la dicha de compartir fideos instantáneos con un chico lindo bajo las estrellas.

Por su parte, Beomgyu pensaba en cómo salir de esa situación. Si volvía a casa esa noche claramente su familia estaría ahí. De seguro ya habían avisado a todo el personal del edificio que avisaran de inmediato si él entraba. No podía quitar su teléfono del 'modo avión' porque empezarían a entrar mensajes y llamadas. Además, no podía pagar un hotel porque no podía usar la tarjeta.

Todo era muy caótico.

Se reprendió a sí mismo por haber sido tan mimado siempre. Ganaba su propio dinero a veces pero seguía usando la tarjeta de sus papis para pagar todo. Vivía a la sombra segura de su familia todo el tiempo. Incluso, vivía en un apartamento en el edificio de sus padres. No había una mísera cosa que pusiese llamar suya en toda Corea a parte de su arte y este no lo ayudaba mucho en ese momento.

— Viviré como vagabundo toda mi vida,— murmuró con los ojos acuosos y la mente enredada.

Esa era la única opción viable hasta el momento. La otra sería volver a casa de sus padres, pedir perdón y casarse pero no quería. "¿Es normal sentirse mal por no hacer algo que no deseo?", pensaba todo el tiempo.