Capitulo 13 🥐☕

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Beomgyu no quería salir de fiesta, no tenía nada en mente, pero quería escapar. Taehyun intuyó que Beomgyu dejaba la decisión en su mano cuando se quedó en silencio luego de preguntarle sobre su destino.

- ¿Cenaste algo?- Preguntó intentando aclarar las ideas.

- Sí, ¿tú también?

- Tienes una bonita sonrisa,- dijo el mayor de repente. Beomgyu no se había dado cuenta pero había estado sonriendo desde que se subió al vehículo.

- Eso no responde a mi pregunta, Kang.- Beomgyu intentó ocultar su sonrojo pero había sido demasiado tarde.

- Sí, ya cené.- Soltó una carcajada que avergonzó aún más al menor.- Podemos ver una película en mi casa, si te parece buen plan,- planteó.

- Me parece un buen plan.

Taehyun intentaba hacerse la idea de que solo lo estaba ayudando, no era una cita, pero le era difícil no pensarlo a momentos. Beomgyu le gustaba lo suficiente como para saltar como un adolescente al recibir un simple mensaje.

Se había negado a salir con Kai a "divertirse" y decidió quedarse en su casa revisando un artículo que entregaría el lunes. Una notificación llegó a su teléfono y en la pantalla Iluminada se leía el tierno "Gyunnie" acompañado de un oso de felpa.

Pensó que Beomgyu realmente lo había olvidado y no pudo evitar sentirse triste al respecto, pero lo había respetado. Entendía que el menor no estaba en la mejor situación con todo el caos de su fallida boda. No podía pedirle que ignorara todo eso y lo siguiera a él.

Aunque al parecer eso hacía en el momento.

La radio estaba encendida y se permitió deleitarse con el tarareo de su acompañante. Sonrió como tonto pero no fue descubierto gracias a que Beomgyu estaba muy enfocado en bailar Growl de EXO como pudiese.

Al llegar al apartamento los recuerdos del pasado domingo llegaron a la mente de ambos y se echaron a reír ocultando el nerviosismo y los sonrojos.

"No volverá a pasar Taehyun, no es una cita", se repitió el mayor varias veces mientras llegaba a su apartamento.

Vio al menor escudriñar el espacio tal y como había hecho el domingo pasado, pero esta vez menos cohibido tomándose el atrevimiento de mirar de cerca un par de fotos que reposaban en su pequeño librero.

— Eras un niño muy bonito, en serio parecías un muñeco,— halagó Beomgyu sin reparos.— Todos en tu familia parecen de revista, ¿seguro que no eres modelo o algo así?

Taehyun desvió la mirada evitando que Beomgyu notase su sorpresa ante tan repentino interrogario.

— Lo fui,— confesó.— Hasta que fui un adolescente me dediqué al modelaje y hacía pequeñas actuaciones para comerciales pero no era lo que quería y lo dejé.

— ¿Simplemente lo dejaste?— Beomgyu estaba asombrado. No le parecía raro que su mayor haya sido modelo tomando en cuenta cómo se ha visto toda su vida, pero el hecho de que lo haya dejado y ahora tenga una vida totalmente opuesta le pareció fascinante. En su vida, la única decisión que pudo tomar por sí mismo fue estudiar Artes Plásticas y estaba totalmente seguro de que sus padres tramaban algo.— Es admirable que hayas hecho algo que te gusta.

Taehyun se sintió cómodo con sus palabras.— Muchas gracias,— respondió — eres la segunda persona en el mundo que lo nota.

Beomgyu hizo una mueca de confusión— ¿Segunda?— preguntó.

— Huening, mi compañero del trabajo que viste el lunes, era, básicamente, la única persona que pensaba que había tomado una buena decisión hasta que llegaste tú.

Beomgyu se sintió extraño ¿Será ese Huening alguien especial? Taehyun sonrió cuando lo mencionó y si recuerda, estaban muy pegados cuando lo vio. Algo en su interior se removió provocando algo de malestar en su estómago y pecho. El sentimiento era extraño.

— Pues me alegra ser la segunda persona,— le sonrió.— Aunque es un poco triste que solo seamos dos personas.

Beomgyu era empático pero no tenía filtros a la hora de hablar y luego de escuchar el suspiro de su mayor se arrepintió de lo que había dicho.

— Lo siento, no debí haber dicho eso,— se disculpó.

— Tranquilo, ya me acostumbré y no importa que sean solo dos cuando se trata de gente que me importa. Vale más que si fuesen cien,— le respondió sonriendo.

Ambos se sostuvieron la mirada por un tiempo que ninguno pudo calcular. En los ojos de Taehyun se veía tristeza y en los de Beomgyu algo de desesperación por borrarla. Una idea llegó a la mente del menor y aunque pensó que luego podría arrepentirse no dudó en bajar la mirada de los ojos a los labios del mayor. Taehyun notó sus intenciones y repitió la misma acción.

El espacio entre los dos comenzaba a disminuir y sus respiraciones ya estaban chocando. Beomgyu inclinó su cabeza para acercarse más al mayor cuando se escuchó el timbre del microondas. Taehyun se incorporó rápidamente y corrió a la cocina dejando a Beomgyu solo en el sofá con los arrepentimientos agolpándose en su cabeza.

"¿Qué estabas pensando Choi Beomgyu? Tú le rechazaste una cita, tú le estás invadiendo su casa tarde de la noche y ¿también quieres besarlo?" Se recriminó todo el tiempo que pudo hasta que un tazón lleno de palomitas de maíz se posó en la pequeña mesa frente a él.

— ¿Alguna película en mente? ¿Algún género?— Preguntó Taehyun al llegar.

Beomgyu no hallaba como hablar sin que tartamudeara así que se limitó a negar.

— Me gustan las películas de Disney,— habló el mayor.

— A mí también, veamos una,— logró responder.

Transcurrió el resto de la noche con dos veinteañeros viendo La Bella y la Bestia. En algún punto de la película, ya casi terminando, Beomgyu se quedó dormido acurrucado entre la calidez de un cobertor que le había prestado Taehyun más temprano.

Cuando aparecieron los créditos Taehyun se dispuso a observar al menor dormir. — Pareces un pequeño oso hibernando— susurró para no despertarlo. Le dedicó una última mirada y lavó los vasos y bowl que habían usado.

Taehyun tenía el presentimiento de que al otro día Beomgyu se volvería a ir y que, de nuevo, lo olvidaría por varios días hasta que lo buscara otra vez. Y estaba bien así, él siempre lo iba a recibir.

Cuando terminó en la cocina fue hasta el sofá y cargando a Beomgyu se dirigió hacia la habitación reposando el cuerpo del menor sobre su cama. No resistió y depositó un beso en la frente del menor antes de cambiarse a una pijama y acostarse al lado de Beomgyu juntando toda su fuerza para no abrazarlo y dormir con su calor.

Al día siguiente, cuando abrió sus ojos, había una nota en la mesa en la que se leía: "Gracias por rescatarme otra vez".

🧸

¡Hi Moa!

Ando perdida porque no tenía ánimos para escribir, pero ya estoy aquí. Espero que les haya gustado el capítulo.

Esta es una historia que podría caber dentro de la categoría New Adult así que hay muchas acciones que para nosotros los jóvenes adultos están normalizadas. Si alguien que lee aquí aún es menor, no siga el ejemplo de nuestros personajes xd.

Espero que les esté gustando, no se olviden de votar, recomendar y, por qué no, comentar cualquier cosa que se les venga a la mente mientras leen.

¡Moatori se despide! ♡

(*no hay fotito porque no me carga </3)

Lumbra | Taegyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora