Capítulo 28 🥐☕

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Se sentía familiar entre las cálidas sábanas de la cama ajena.

El mimado gato se subió a su cuerpo buscando caricias que Beomgyu no le negó.

— Hobak también te extrañó,— oyó de Taehyun viéndolo entrar al cuarto.— Buenos días,— dijo besando cortamente sus labios.

Beomgyu sonrió y haló el cuerpo de Taehyun para que se acostara junto a él. Enredó sus brazos y piernas en el cuerpo contrario y volvió a cerrar los ojos.

— Beomgyu, no puedo quedarme aquí. Iré a terminar un trabajo para poder pasar contigo el resto del día, ¿Sí?

Intentó deshacerse del abrazo del menor pero fue sujetado con más fuerza.

— No me llames Beomgyu,— escuchó que dijo Beomgyu sin sacar la cara de su cuello provocandole cosquillas.

— Ese es tu nombre.

Rió cuando el menor se sentó rápidamente en la cama y le miró con indignación.

— Lo sé, pero todos me llaman por algún mote bonito. Mi mamá me llama "pequeño", mis hyungs "Gyunie" y mis amigos "Gyu",— enumeró.— Si me llamas Beomgyu siento que estás siendo distante.

Beomgyu estaba cruzado de brazos y con el labio inferior abultado. Taehyun lo vio tierno y le acarició el muslo buscando su atención. 

Anteriormente no se sentía con la confianza de llamarlo por un apodo porque apenas se conocían y luego perdió la oportunidad por lo que ya sabían. Se sintió halagado ante el reclamo de su menor porque significaba que lo consideraba alguien cercano.

— Tú tampoco me llamas por ningún mote, siempre me dices "Taehyun".— El rostro de Beomgyu pasó de indignación a sorpresa y se carcajeó nervioso tras ser descubierto.— ¿Cómo quieres que te llame?

— No lo sé, escoge tú. Yo puedo decirte Tae, Hyunie o Tyun.

— Tyun me parece perfecto, Beomie.

Beogmyu se sonrojó ante el nuevo mote que había adquirido. Se abalanzó al cuerpo de Taehyun y lo rodeó con un abrazo ignorando el quejido contrario por el impacto. Luego de un rato le besó la mejilla y se paró de la cama.

— Ve a trabajar Tyun, yo usaré tu ducha.

Taehyun lo acercó para darle un beso en los labios y luego salió para continuar lo que estaba haciendo antes de ir a la habitación.

Cuando Beomgyu salió de la ducha se percató de que no tenía nada que ponerse. Enrrolló la toalla a la cadera y salió buscando a Taehyun. Lo encontró sentado en el comedor con la computadora al frente concentrado en ella.

— Tyun, no tengo qué ponerme,— anunció avergonzado.

— Pues no te pongas nada, te ves bien así,— dijo el mayor quitando los ojos de la computadora y posándolos en él.

— Hay mejores cuerpos.

Había una extraña vergüenza por sentirse observado por Taehyun como si fuera la primera vez.

— El tuyo es el único que me provoca,— susurró acercándolo.

— ¡Ah, Kang Taehyun!— Exclamó separándose— sigue trabajando.

Salió disparado hacia la habitación con las mejillas rojas, el cuerpo acalorado y el corazón latiendo desenfrenadamente.

— ¡Puedes tomar lo que quieras de mi ropa!— Oyó decir a Taehyun.

Intentando regularse caminó hasta los cajones y encontró una camiseta y shorts. La parte de arriba le quedaba claramente grande porque Taehyun tenía un cuerpo ejercitado y él simplemente no engordaba.

Fue hacia la cocina y vio solo la cafetera llena.

— ¿Has desayunado algo?

— No, solo bebí café,— respondió el aludido desde el comedor.

Como el dueño del apartamento estaba ocupado se tomó la libertad de preparar algo para que ambos se alimentarán. Él no era un experto pero había aprendido cosas básicas en su tiempo viviendo solo.

Preparó unos huevos revueltos, tostadas y picó un poco de fruta. Llevó eso a la mesa y se devolvió a la cocina por un par de vasos y jugo. Al volver, Taehyun le agradeció por la comida y comieron en silencio.

Volvió a sentirse la familiaridad, como si fuese un acto tan cotidiano entre ellos. Ambos se vieron tan cómodos en el momento que rogaron en sus interiores que siempre fuese así.

Luego de que Taehyun terminara su trabajo hicieron actividades juntos como conversar, ver televisión y jugar algunos videojuegos. También volvieron a besarse y a tocar sus cuerpos más allá. Se disfrutaron el uno al otro como habían estado esperando.

Cuando la noche cayó, Beomgyu anunció que partiría a su casa, pero un solo "quédate otra vez" lo convenció. De todos modos salieron hacia el apartamento de Beomgyu porque aunque Taehyun no lo encontraba un problema, el menor repetía que debía tener ropa suya.

En el camino pusieron música. El mayor estaba a punto de declararse fan número uno del kpop solo porque este le permitía ver a Beomgyu tan feliz cantando y bailando en el auto. Incluso lo animó a acompañarlo y terminaron haciendo un karaoke.

Cuando llegaron Beomgyu se sintió nervioso. Taehyun nunca había visitado su apartamento y no era nada parecido al de él. Esperaba que estuviera limpio porque no recordaba si había recogido.

— Bienvenido a mi hogar,— anunció Beomgyu una vez entraron.— No es...

— Es perfecto,— lo interrumpió Taehyun.— Se parece mucho a ti,— dijo observándolo.

— O sea, ¿desorganizado?

— Creativo, bonito y original,— respondió.

La calma se instauró en el pecho de Beomgyu. No esperaba menos de Taehyun, ese hombre era perfecto.

— Siéntete cómodo, iré a buscar la ropa.

Cuando Beomgyu entró en su habitación se dedicó a observar más de cerca. Había un claro olor a óleos y no le parecía desagradable, al contrario, era lo que esperaba de la casa de un artista. Se maravilló en los hermosos cuadros y dibujos que habían en las paredes. Sin dudas, Beomgyu tenía mucho talento.

El sofá parecía otra obra de arte, con una manta hecha a crochet en la esquina y cojines con distintas formas, colores y diseños. Frente había una televisión sobre un buró de madera que contenía debajo figuras de porcelana, arcilla y otros elementos.

Sonrió al confirmar que todo se veía tan Beomgyu que no pudo evitar sentir que le gustaba más. Él era más minimalista, no porque quisiera sino porque no sabía cómo decorar y solo compraba lo que veía en la revista y lo colocaba tal cual.

¿Era muy rápido pensar en todas esas cosas en un lugar donde él viviera con Beomgyu? Sentía que podía acostumbrarse a un lugar tan lleno de color y vida.

🧸

Los adultos somos re ratos xd.

Raza no se enamoren porque uno como que pierde la cabeza.

Okno, enamórense chiquitxs.

¡Moatori se despide! ♡

Lumbra | Taegyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora