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Willow Dixon

Cuando llegamos al departamento de Custer, Faye me invadió con preguntas como: "¿Por qué Custer tiene la nariz así?" o "¿Por qué estás aquí" y mil mierdas más. Ninguno respondió nada, supongo que aún no habíamos procesado bien las cosas.

Termine de escribir una carta que le hice a Custer y la dejé en una mesita que tenía junto al sofá. Mire el reloj y este marcaba las 2:00 a.m. exactamente.

Tome las llaves del auto, un abrigo con capucha y salí del departamento. Me monte en el auto y suspire pesadamente. Lo que estaba a punto de hacer me costaría mucho, pero me hice una promesa a mi misma y la iba a cumplir.

Me prometí que protegería a los hermanos cueste lo que cueste y eso es lo que haré.

Encendí el auto y emprendí camino a casa de Fezco nuevamente.

🚬

Toque la puerta un par de veces. Espero que Ashtray esté durmiendo o esté metido en su habitación y no noté que estoy aquí. Si no, no me permitiría hacer lo que estoy a punto de hacer.

Después de unos minutos la puerta se abrió dejando ver a Fezco. Este me miró con el ceño fruncido y me dejo pasar.

Me dirigí a la sala. Allí seguía su cuerpo, chorreando sangre y boca arriba. Supongo que no encontraron cómo sacarlo.

—Bruh, si vienes a vengarte o algo... yo... ni siquiera se que decir, hombre —miró al suelo arrepentido.

—Solo vengó por el cuerpo de Mouse —señale el cuerpo sin vida.

—¿Para que? —frunció el ceño.

—Es mi padre, ¿no? Al menos debería hacerle un funeral —dije con obviedad.

Sinceramente no tenía ganas de hacerle un funeral a Mouse. Ni siquiera siento que lo merezca.

—Hermana, te ayudaré a llevarlo a tu auto —asintió. Se acercó al cuerpo de Mouse y lo tomó por las piernas.

Yo imite su acción solo que yo lo tome por la cabeza. Alzamos el cuerpo y comenzamos a llevarlo al auto. Una vez allí, lo metimos en los asientos de atrás y cerramos las puertas.

—Gracias, Fez —sonreí un poco.

—Te llenaste la camisa de sangre. —Señaló mi camisa, la cual si estaba cubierta de sangre.

—Esa es la idea —admití.

—¿Que harás realmente, niña? —frunció los labios.

Me quede mirándolo por unos segundos. Pensando en si debería contarle lo que iba a hacer o no, pero no lo hice.

—Adiós, Fez —dije. Camine hasta la puerta del conductor y la abrí—. Una vez más, gracias por todo.

El asintió lentamente y sin decir más, se adentró en la casa.

🚬

Me parqué frente a la estación de policía. La miraba con nervios, pensando en su entrar o no, pero sabía que debía.

Hace un rato, en el departamento de Custer, me quede pensando en que si la policía encontraba el cuerpo de Mouse y descubrían que fue Ashtray quien lo asesino, lo arrestarían. Él tiene mucho futuro por delante y desperdiciar su tiempo en la cárcel no estaba para nada bien. Por eso me entregaría yo.

Volteé a ver el cuerpo de Mouse y negué varias veces con mis ojos llenos de lagrimas.

—Creo que ahora mismo me matarías si pudieras —solté una carcajada. Sentí como una lágrima comenzó a bajar y la limpié rápidamente—. Una vez me dijiste qué hay que hacer sacrificios por las personas que amas. Por eso voy a hacer esta mierda, porque amo a Ash.

Volteé a ver hacia al frente y, luego de suspirar un par de veces, salí del auto y entre a la estación de policías.

—¡Señorita! ¿De quien es toda esa sangre? —preguntó un oficial acercándose a mi con preocupación.

—De mi padre... yo lo maté. Su cuerpo está en mi auto. —Señale el auto a través del cristal.

Inmediatamente otro guardia salió para comprobar que esto fuera cierto.

—Hay un cuerpo sin vida, señor —dijo mientras asentía.

Rápidamente algunos oficiales me apuntaron con sus armas mientras que me gritaban "manos atrás". Yo puse mis manos en mi espalda y sentí como las esposas se posaban en estas.

Ya todo estaba hecho. No hay forma de darle al tiempo atrás y, honestamente, no me arrepiento.

 No hay forma de darle al tiempo atrás y, honestamente, no me arrepiento

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Maldita G-Ashtray Donde viven las historias. Descúbrelo ahora