Capítulo 2: ¿Quién eres?

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—Bienvenido Jean, nos da mucho gusto que hayas elegido nuestra institución para tu formación de último año—la directora Hange Zoe decidió recibir en persona a algunos de los alumnos nuevos, especialmente aquellos cuyos ingresos e influencia podían elevar aún más el prestigio del colegio.

—En lo absoluto, sé que tienen las mejores referencias

—Estoy segura de que nuestra alberca semiolímpica te será muy útil, siéntete libre de entrenar en la misma, a cualquier hora, tu entrenador contará con una credencial de acceso y se apartará un carril exclusivo para ti

—Oh no es necesario, puedo ajustarme a los horarios disponibles

—Bien, bien, sólo déjame saber si requieres algo más de nuestra parte

—Lo agradezco de verdad directora Zoe...eh, ya son casi las ocho, creo debo llegar al aula o interrumpiré la clase

—Claro, adelante, no te detengo más, lamento no asignarte un acompañante pero fuiste el último en llegar

—No creo que sea complicado dar con el aula—sonrió Jean, un poco apenado con la actitud exageradamente maternal de la directora—con permiso—se despidió y salió de la oficina de dirección.





Mikasa entró a la que sería su nueva, y última, aula de clases. Era sencilla y bien iluminada, con paredes blancas, amplias ventanas y una tarima de concreto para el escritorio del profesor, justo frente al pizarrón blanco. Los pupitres eran dobles y eran el motivo más natural para sentarse junto a Eren por el resto del ciclo escolar.

Se emocionó al encontrar aún varios pupitres libres y por alguna extra razón, Eren aún no había llegado. Miró a su alrededor seleccionando uno, cuando la voz de Connie interrumpió su breve búsqueda.

—¡Mika, aquí!—Connie saludó desde el último pupitre al fondo y al centro del aula. Justo frente a él, estaba un segundo pupitre libre y Armin ya se estaba sentando en la fila izquierda, junto a la ventana, dos hileras más adelante. Su uso de gafas no le permitía sentarse atrás con el resto.

«Perfecto» pensó Mikasa, estaría junto a Connie y Sasha y con Armin cercano, Eren se sentaría con ella y todos quedarían agrupados.

—Hola Armin—saludó con la mano y el joven rubio levantó la vista ajustándose las gafas

—Hola Mikasa—le sonrió

Ella avanzó y se sentó frente a Connie. Después de saludar, acomodó su mochila y la lonchera. Esperó atenta, con la vista en la puerta. Sin notarlo, empezó a repicar con los dedos sobre el pupitre, se sentía nerviosa, aunque intentaba negarlo. Inhaló y exhaló y ahora  unió sus manos encima del pupitre para detener el movimiento de sus dedos. Cuando menos pensó, empezó a talonear en el suelo con la pierna izquierda.

Levantó la vista de inmediato cuando escuchó la voz de Eren cerca. Quiso levantar la mano para hacerle señas, pero su mano se quedó a medio camino cuando vio que no entraba solo. Una pequeña rubia de brillantes ojos azules lo acompañaba y Eren continuó de frente hasta la segunda hilera de pupitres.

—Creo que este es uno de los mejores lugares, a menos que desees algo más atrás...aunque...

Historia elevó la mirada, las primeras filas casi siempre estaban llenas de "los cerebritos" y ella quería encajar y mezclarse un poco más con personas diferentes, tenía años con toda la presión y vigilia de sus profesores privados y la escuela británica a la que había asistido. Siempre se sentaba hasta adelante para mantener las apariencias.

Asomó la mirada detrás de Eren, ya no quedaban pupitres solos, excepto por los lugares donde se encontraban Connie y Mikasa

—No te recomiendo sentarte más atrás—comentó Eren

Lo que es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora