Lo que es el amor

Capítulo 7: Neurotransmisores

—¿Mikasa?—Levi llamó a la puerta de la habitación—¿Puedo pasar?

—Sí tío...—respondió ella del otro lado. Levi abrió despacio y la encontró sentada sobre la cama, cubierta con una frazada y con la mirada hacia el exterior. Las cortinas en la ventana estaban completamente abiertas. El día se encontraba totalmente nublado y lluvioso desde la mañana, la iluminación en la habitación era opaca pero suficiente.—¿Necesitas algo?—preguntó

—No, tío...estoy bien—él la miró serio y observó una vez más la ventana

—Podemos tomar un poco de té en la cocina, tengo una nueva marca de té de menta, seguro te encantará

Mikasa miró hacia Levi y le sonrió con dulzura—Gracias tío...prefiero quedarme aquí otro rato

—Sé que no te agrada mucho la lluvia—insistió Levi

—Es sólo que...me siento más cómoda debajo de la frazada

Levi salió de la habitación y al cabo de unos minutos regresó con una charola y dos tazas con té de menta encima.

Entró de nuevo, después de tocar con el pie, entró de nuevo y dejó una de las tazas sobre el buró junto a la cama.

Se sentó en la silla del escritorio y cruzó la pierna izquierda sobre la rodilla derecha. Se mantuvo en silencio algunos minutos, mientras sorbía despació y de vez en cuando miraba a Mikasa y después hacia la ventana.

Al fin la vio tomar la taza del buró y empezar a enfriarlo para dar algunos sorbos.

—¿Qué tal va el último año?—al fin empezó Levi, Mikasa aspiró despacio

—Bien

—¿El entrenamiento?

—Empezó bien

Otra vez silencio y sorbos al té. Levi sabía cuándo Mikasa tenía apertura para hablar.

—¿Qué tal tu salida con tus compañeros?

—Estuvo...interesante—al fin pareció salir de su letargo—de hecho, pronto conocerás a una chica nueva...la invité al departamento

—¿Eh? ¿Además de Sasha?

—Sí, seremos las tres

Levi sonrió brevemente. Le causaba cierta gracia que las fiestas de Mikasa consistieran en ver películas, o platicar hasta el cansancio encerrada en la habitación con mejor amiga.

—Eso es...nuevo. Y...¿Qué tal está Eren? Desde que falleció su madre no hemos vuelto a visitar, tal vez deberíamos invitarlos a cenar aquí

Las cenas en el edificio de enfrente habían cesado desde que el cáncer había vencido la salud de Carla Yeager. Ahora Grisha pasaba la mayor parte de tiempo en el hospital y Eren pasaba más tiempo sólo en el departamento.

Mikasa de nuevo pareció reflexionar—Sí, creo que es...una excelente idea, empezaré a planearlo tío.

—Mika...—continuó Levi

—¿Si?

—¿Qué fue lo que pasó la última noche que te quedaste con los Yeager? Estabas claramente...alterada.

Mikasa dio un sorbo largo a su té.

—No estoy segura... Eren, cambió un poco y yo también, ya no me gustan todas las películas que pone...de hecho me quedé dormida con algunas—bromeó un poco, tratando de evitar hablar de lo que realmente había pasado. Al guardar silencio de nuevo, Levi continuó.