Lo que es el amor

Capítulo 29: Una rosa azul

Eren recargó su frente sobre su mano izquierda mientras trataba de mantenerse concentrado en el examen.

Esta era su última oportunidad. Al menos necesitaba graduarse, después vería cómo solucionar el resto, podía tomar dos trabajos. ahorrar unos meses y después iniciar estudios con un trabajo de medio tiempo. Ya se le ocurriría algo.

Salió intranquilo y exhausto del extenso examen, tres horas después.

Caminó a solas por los pasillos de la escuela. Las clases habían terminado, los exámenes habían terminado, sólo quedaban los mantenimientos a los talleres y los que hacían exámenes extraordinarios.

Se detuvo un momento al pasar por la que ya no sería su aula. Miró hacia al fondo y se sorprendió un poco a sí mismo al sentir melancolía. Pensó que el bachillerato quedaría atrás como cualquier otra etapa. Pero algo lo mantenía atado ahí todavía.

Descartó el sentimiento y decidió salir. Apenas avanzó unos pasos cuando se encontró a Historia de frente en el mismo pasillo.

—¿Eren?—sonrió en cuanto lo miró

—Hola Historia...¿Qué haces aquí?

Ella guardó silencio

—¿No me digas que tuviste examen extraordinario?—preguntó Eren

—Si...aunque igual estuvo fácil.

—¿Qué dices? Todo el año de una materia en un sólo examen...¿Acaso hicimos el mismo examen?

Historia rió.

—Te diré un secreto Eren...sólo necesitaba reprobar al menos una materia.

—¡¿Qué?!

Historia liberó una carcajada—Sabía que reaccionarías así...

Eren la miró perplejo—pero, es que...de qué otra forma voy a reaccionar ¿Estás diciendo que reprobaste a propósito?

Historia se limitó a asentir con el rostro y empezó a caminar dentro del salón. Eren la siguió.

—Todo el año tuve la esperanza de ser una estudiante más normal....quería participar más en los talleres, salir con ustedes de viaje...pero apenas podía comer de vez en cuando con ustedes. En unos días cumpliré los dieciocho, al fin...y podré dejar de estudiar al menos por un año.

—Espera, espera...¿Dejar de estudiar? ¿Qué planeas hacer ahora?

—¡Vivir!—lo miró con optimismo—aún si mis padres ya no pagan absolutamente nada...al menos podré hacer lo que yo quiero...aunque sea ir al cine por la noche, estoy harta de llevar una agenda impuesta...Eren, sé que no lo entiendes...pero al menos tú sí pudiste disfrutar estos años haciendo lo que querías...y ahora estudiar...lo que sea que planeabas estudiar, debió ser maravilloso sólo disfrutar cada momento a tu gusto...sin pensar en lo que sigue cada día.

Eren tragó saliva. No estaba tan seguro de que hubiera sido así.

—Voy buscar trabajo y voy a buscar donde rentar...y usaré el transporte público

—Creo que estás sobrevalorando el transporte público...—le sonrió Eren

Ella suspiró—Al menos quisiera...poder besar a alguien, sin tener encima la vista de mi guardaespaldas...

Eren pestañeó un poco avergonzado, al darse cuenta que no comprendía del todo la perspectiva de Historia.

—Igual debe ser lindo tener todo el dinero que necesites y no tener que preocuparte