Cap. 20: Hacia el aeropuerto.

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Esa noche la pareja intentó dormir algo, pero las emociones eran tantas que no les fue posible conciliar el sueño.

Se mentalizaron con lo que se encontrarían, prepararon un pequeño equipaje improvisado, hablaron de distintos temas principalmente para distraerse y no pensar en las tragedias que había dejado ese lugar.

Principalmente hablaron sobre como sería su vida luego de que todo esto terminara, si es que ambos seguían vivos para entonces. Ninguno quería decirlo pero sin duda esa pequeña posibilidad los asustaba y si estuviera en su poder, harían lo que fuera para evitar que algo malo le pasara al otro.

Apenas acababan de reconciliarse entre ellos, ya no había secretos; solo quedaban dos personas que se amaban, dos personas que estuvieron separadas por tres años.

Tres tortuosos años.

¿El destino los volvió a unir?, ¿Odín se abría compadecido de ellos?. No les importaba eso y sinceramente no les interesaba averiguar si aquello fuera posible, lo único que querían era no ser separados de nuevo.

Y mucho menos que está vez fuera para siempre.

Aunque también tenían otra inquietud: ¿y si su pequeña no sobrevivía?.

Si la posibilidad de que ya no estuvieran juntos los aterraba, el perder a su hija sin duda los dejaría peor que eso; los dejaría destrozados.

Hipo sabía que si eso sucedía, su Astrid quedaría más abatida que cualquier otra persona. Ella era su madre y desde antes de que Zephyr naciera ya la amaba.

Dioses, Astrid literalmente la tuvo y la vio crecer dentro de ella, aquella niña curiosa, alegre, bondadosa, era el mundo entero de la rubia.

Y si algo le llegaba a pasar a su hija, tenía por seguro que su novia haría pagar a cualquier costa al responsable.

-¿en que piensas?-la voz de Astrid lo sacó de sus pensamientos y la miró intentando no verse nervioso.

-nada importante-respondió con una sonrisa, pero Astrid de nuevo no le creyó del todo el que se quedará pensando tanto tiempo y que varias veces lo estuviera llamando sin recibir respuesta, como para que el dijera que no era importante.

¡claro que era importante!.

Y más por que se preocupaba por lo que pudiera hacer, lo conocía perfectamente y sabía que el tendría algún plan en mente; el cual obviamente tenía muchas probabilidades de ser una locura.

Pero también sabia que sería muy difícil detener lo que fuera que estuviera planeando. Aunque primero tendría que averiguar de que trataba todo eso y conscientemente sabía que Harry tendría algo que ver.

-¿estás seguro?-volvió a preguntar con más cautela.

-todo está perfecto, tu tranquila preciosa-dijo mientras se acercaba a ella, pasándole un brazo por sus hombros-¿cómo sigue el moretón?.

-esta menos inflamado ya casi no me duele-informo a su vez que se levantaba de nuevo su blusa, mirando la zona de su costado en un estado mejor que el día anterior-gracias a ti.

-no fue nada, tu hubieras hecho lo mismo por mi.

-de eso no hay duda-contestó besándole la mejilla-no hay nada que no haría por ti.

-¿te sientes bien?, estás demasiado romántica-bromeó con una sonrisa de lado y alzando las cejas.

-no arruines el momento o duermes en el suelo-bromeó ahora ella imitando sus expresiones a lo que el joven rió por tal amenaza.

-no me arriesgare-aquellas pequeñas palabras hicieron reír a la rubia; la cual rodó los ojos divertida apegándose más al chico-aunque ambos sabemos que jamás lo harías.

Agente Hofferson IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora