Cap. 24: Colgando de un hilo.

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-¿cómo estás?-preguntó Astrid entrando a la habitación encontrándose con Hipo recien levantado-¿dormiste bien?.

-mejor de lo que esperaba-respondió el con una pequeña sonrisa al verla de nuevo-aunque nada se compara a sentirte a mi lado.

Con una radiante sonrisa, la chica caminó hasta sentarse en la cama, al tiempo en que el la miraba de arriba hacia abajo, dándose cuenta que sus botas tenían rastros de lodo.

-¿saliste?-indagó curioso.

-fui a caminar con tu madre, Snow no tardara en llegar y quería despejar mi mente-respondió a la vez que el chico tomaba a siento a su lado.

-¿te sientes mejor?-cuestiono acareándole el muslo sin dejar de mirarla a los ojos.

-si-respondió carraspeando antes de parpadear y mirar hacia su mano.

-hay algo más que ocultas-declaró el chico con media sonrisa.

-claro que no-contestó su novia con diversión.

-claro que si, ¿y sabes como lo se?...no puedes verme a los ojos cuando lo haces-Astrid solo desvió la mirada a la vez que Hipo seguía sonriendo victorioso. La conocía demasiado, cada mirada, gesto, sonrisa decía algo diferente.

-antes esto era más fácil-murmuró para si misma.

-no M' lady, lo que pasa es que antes no te conocía, por eso te salías con la tuya, pero ahora conozco todo de ti-respondió acariciando su cabello antes de volver a hablar-¿qué pasa?.

-es Atali, hace rato tu madre y yo la vimos, y se veía diferente, se veía triste-explicó volviendo a verlos a los ojos, mientras Hipo se quedaba pensando-intentare hablar con ella.

-espero que todo salga bien-dijo Hipo mientras que Astrid tomaba por unos segundos su mano antes de levantarse y caminar por la ventana para ver a la distancia como varios autos se acercaban al pueblo.

-ya llegaron-aquello hizo que el ojiverde se pusiera de pie, caminando quedando atrás de ella observando a la lejanía a aquellos transportes que se detenían en el bosque.

-¿por que no entraron al pueblo?.

-les dije que se quedarán en el bosque, ya es bastante malo para las personas de este pueblo vean que estamos aquí, no quiero un alboroto cuando vean que el gobierno estadounidense llegó-explicó con seriedad sin despegar la vista al bosque-tengo que ir allá.

-mas bien, ambos vamos a ir-corrigió abrazándola por detrás.

-con todo el equipo-voltio a corregir con una pequeña sonrisa, girando un poco para verlo al rostro-si podemos armar un plan lo más pronto posible sería lo mejor.

-le avisare a mamá-dijo el chico a lo que Astrid asintió, pero antes de que el pidiera siquiera separarse de ella, lo tomó de la nuca y le plantó un dulce beso en los labios, seguido por uno en la mejilla.

-iré a buscar a Camicazi-avisó ella con una pequeña sonrisa ante el sonrojo de su novio por haberlo tomado desprevenido.

-ten cuidado-pidió una vez que su mente asimilaba aquel beso robado.

-sabes que lo tendré, no te preocupes.

-ya te lo he dicho varias veces, es inevitable no hacerlo-confesó besando su frente-te amo.

-te amo-repitió ella antes de que ambos se tomarán de las manos y salieran de la habitación.

Aunque no pasó mucho rato para que se volvieran a separar ya que Valka, Mala y Dagur se encontraban hablando con la tía de Astrid en la sala.

Agente Hofferson IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora