¿Debía hacerlo?
No estaba seguro, hacer ese tipo de cosas no era lo suyo, ya que para él "invitar" a alguien a algún sitio era obligarlo a ir contigo aunque la persona se resistiera...incluso recurriendo a noquear a ese alguien si era necesario.
Sip, así es como Siria invitaba a alguien a algún lugar, obligándolo, noqueándolo, o incluso sedándolo.
Pero no podía recurrir a esos métodos con Venezuela, porque si lo hacía ¿Qué pensaría el latino de él?
¿Lo vería como un acosador?
Ay Siria, si supieras que a Venezuela no le importaría que lo raptaran con tan de que seas tú su secuestrador.
En fin, volvamos con el pequeño problema de nuestro árabe gruñón de estrellas verdes.
Él quería invitar al venezolano a una de sus típicas salidas de amigos...
Sí claro...“amigos”
Pero parecería algo raro viniendo de él, ya que normalmente es el latino quien lo invita a salidas así.
Así que allí estaba el sirio, partiendose la cabeza en plena reunión de la O.N.U para idearse una idea ideosa de como invitar a salir al venezolano sin que pareciera raro ni sospechoso.
Algo muy difícil para él, al parecer.
La junta ya había llegado a su fin, y como era de esperarse, todos procedían a retirarse lo más rápido posible del lugar con tan de ir a hacer algo más entretenido que escuchar al fastidioso de O.N.U hablando de los mismo que habla en todas las reuniones.
Porque en toda historia cliché O.N.U siempre habla de lo mismo en cada reunión. Estamos conscientes de eso ¿Si o qué?
Bueno, sigamos.
Por lo visto ya el pelirrojo había pensado en como invitar a salir al rubio, sería algo sencillo, solo era acercarse, tomarlo por la muñeca y arrastrarlo hasta algún lugar sin darle derecho a preguntar a dónde irían.
Qué manera tan amable de invitar a salir a tu crush :D
El árabe ya se estaba acercando a su objetivo, quien se encontraba terminando de guardar sus cosas en su bolsito tricolor.
Solo unos tres metros más y ejecutaría su plan.
Tan solo unos pasos más y...
Venezuela: Ah, Don explosivo...justo iba a buscarlo.
Siria: ...¿A mí?
Ok, por lo visto hubo un fallo en el plan.
Venezuela: De bolas, ¿quiere ir a dar un paseo por ahí? Si quiere hasta le compro algo de comer.
O tal vez el plan no había fallado del todo.
Siria: Pero yo...
Venezuela: Nonono, usted no se va a ir pa' ningún lado...‘amonos.
Y como si los papeles de hubiesen invertido, el venezolano agarró al sirio por la muñeca obligándolo a ir con él, aún teniendo en mente que este podría darle un golpe e insultarlo al estilo “invocando al diablo" o “taka Taka"...como dirían los latinos.
Y aunque para sorpresa nada de eso ocurrió, ambos disfrutaron de una agradable tarde conviviendo con el otro.