Que los hermanos peleen es algo muy común.
A unos no les afecta, a otros no tanto, pero hay algunos a los que sí...aunque mayormente no lo demuestren.
Ese es el caso de nuestro latino tricolor de ocho estrellas, quien hace una semana había discutido con su hermano por un tema un tanto personal.
Siria: Entonces...¿Te peleaste con Colombia?
Preguntó el pelirrojo, no es como sí ese tema le interesara mucho. Que el colombiano y el venezolano pelearan no era algo nuevo, ya que lo hacían constantemente.
Venezuela: Sisa, después de eso se fue arrecho, tirando la puerta y todo.
Por una milésima de segundo, el árabe pudo notar un poco de tristeza en el tomo de voz del latino.
Venezuela: Pero me vale mierda si el pajuo ese se arrecha o no. Que se meta su arrechera por el culo sí se le pega la gana, a mi no me importa.
Era obvio lo que Venezuela trataba de hacer, fingir que no le afectaba el hecho de pelearse con su hermano cuandoen realidad le afectaba de forma negativa. Siria podía comprenderlo muy bien, ya que el solía reaccionar del mismo modo al discutir con alguno de sus hermanos.
Además, según las anécdotas del venezolano, el sirio sabía lo muy pegados que eran ambos latinos.
Siria: ¿Quieres...?
Estaba pensando en sí decir o no lo que tenía en mente.
Venezuela: ¿Qué?
Siria: ¿Quieres hablar sobre esas peleas con tus hermanos?
Preguntó, tal vez serviría de algo que el venezolanose desahogara. De igual modo sólo quería ayudar a su compañero latinoamericano. Entendía que lo mejor para él sería hablarlo con alguien.
Venezuela suspiró.
Venezuela: ...Aunque me cueste admitirlo, me duele pelear con mis hermanos, incluso hemos llegado a no hablarnos por años y eso sinceramente me deprime. No me gusta que estemos distanciados...me siento bien con todo el bochinche que puedo hacer junto a esos dos...pero no me gusta que sepan que me afectan nuestras discusiones, es todo.
Siria: Te entiendo, a veces paso por lo mismo con mis hermanos...
Venezuela: Aunque de lo único que no me quejo es que puedo tener algo de paz y tranquilidad aquí en casa...pero esa paz no dura mucho, ya que después empieza a hacerme falta el bullero que hacen esos dos, junto con Panamá.
Siria: Por más relajante que sea el silencio...a veces es bueno tener a alguien con quien "bochinchar" de vez en cuando. Por eso debes reconciliarte con Colombia.
El venezolano río levemente.
Venezuela: Ya va, ya va, ¿quién es uste' y qué hizo con Siria?
En el rostro del árabe se dibujo una pequeña sonrisa medio burlona.
Siria: ¿De qué hablas, idiota? Yo soy Siria.
Venezuela: Nah, no creo, mi pana nunca diría que es bueno hacer desmadre de vez en cuando.
Siria: Pues parece que aún no me conoces lo suficiente. Hay muchas cosas que no sabes de mi.
«Como que me gustas, por ejemplo»
El pensamiento pasó fugazmente por la mente del de Medio Oriente, este movió un poco su cabeza para deshacerse de lo que acababa de pensar.
No podía gustarle el venezolano...¿O sí?
