(Narrador omnisciente)
Los celos, el rencor y el amor son la combinación más exquisita para dar un gran espectáculo en una demostración desesperada de ser reconocidos por el mundo.
El anfitrión de aquella celebración se abrió paso hasta llegar al centro del salón. - Muchas gracias por haber aceptado mi invitación a este pequeño evento; más tarde daré un anuncio importante. Mientras tanto, disfruten de nuestra hospitalidad - la música continuó alegrando el evento. El hombre caminó hacia su esposa, la cual mantenía una conversación amena con su amiga de la infancia. - Querido, ¿sabes dónde está Yuu? Me gustaría presentarme a Shinoa, la bella hija de mi querida amiga.
El hombre lo pensó por un momento. - Creo haberlo visto cerca de la piscina. Realmente pienso que debimos ser más estrictos con él. No ha saludado a los invitados adecuadamente - analizó todas sus acciones del pasado para llegar a aquella conclusión.
- No digas eso, cariño. Seguro está nervioso por conocer a su prometida, igual que Mika. No lo he visto desde que empezó la fiesta - expresó preocupada, colocando una mano en su rostro. - Ese niño siempre ha intentado huir de sus obligaciones. Pensé que en Europa le enseñarían a cambiar ese mal hábito - mencionó el de cabello cenizo, marcado por la edad. - En eso se parece a ti - sonrió la mujer, intentando bromear con su esposo, para posteriormente tomarlo del brazo y empezar a bailar, luego de despedirse de la otra mujer.
El cielo estaba estrellado. Nadie pensaría que una noche así sería una de las más tristes. Aunque, ¿quién es él para decidir si esa noche sería triste o no? Tal vez sea de liberación o de fortaleza.
El azabache había colocado sus pies dentro de la piscina para tranquilizarse un poco luego de escuchar el anuncio del padre de Mikaela. Está bien, solo debía esperar un poco, aunque la espera le hacía sentir miserable, estúpido y necio. Yoichi tenía razón, a Mikaela solo le gustaba tener a alguien enamorado de él o simplemente que lo adoren. Sin embargo, estaba harto de amarlo y no recibir el mismo cariño o algo similar.
Miró su reloj de mala manera, faltaba media hora para el anuncio final y también para tomar su decisión. Entró al baile sigilosamente, no obstante, una mano femenina tomó su brazo. - Yuu querido, ¿dónde has estado? - sonreía la madre de Mikaela, lo llevó junto a una chica de cabello purpura grisáceo. A los ojos de Yuu, la chica se veía similar a una uva debido a su gusto de vestir y su color de cabello. - Te presento a Shinoa Hiragi.
A los ojos de Shinoa, el azabache era muy hermoso, y a primera instancia, se lo veía tímido o tal vez solo era el impacto de conocerla. Ella sabía que el chico sería su prometido. Al principio, estaba nerviosa por no saber qué tipo de persona sería su futuro esposo, pensó que sería horrible en todos los sentidos, y eso la deprimía. Pero al verlo, sus mejillas se sonrojaron, y su corazón empezó a palpitar rápido. Entendió que esa emoción era amor a primera vista y, por la forma de actuar de Yuichiro, entendió que él sentía lo mismo.
A los ojos de Yuu, la chica era linda, pero no se comparaba con su Mika. Odiaba solo tener ojos para el rubio, y eso hizo que se sonrojara y los nervios se hicieran presentes. No quería que la madre del rubio se diera cuenta de que su hijo era su único amor. Pensar en Mikaela hacía que todo su corazón se acelerara y sonriera. Sin embargo, aún seguía enojado con él.
A los ojos de Mikaela, Yuu siempre se veía muy hermoso desde que lo conoció. La primera vez que se dio cuenta de que le atraía el azabache fue al empezar su pubertad, pues había tenido un sueño erótico con él antes nombrado. Eso lo asustó y dejó de hablar con el azabache por una semana, pero luego de un debate consigo mismo, concluyó que estaba bien enamorarse de alguien que consideró su ángel. Así que lo intentó, pero para su padre, fue tan extraño que decidió mandarlo al extranjero con la promesa de volverse alguien mejor. No obstante, a pesar de los años, los sentimientos seguían allí dormidos hasta que lo volvió a ver, y todo volvía a ser como antes de que se fuera. El ser su Yuu, a pesar de cualquier cosa, sabía que el azabache suspiraba por él. Pero lo que acababa de ver era algo que nunca se había planteado. Su Yuu-chan sonrojado por una persona que no era él, eso hizo que su pulso se acelerara de la ira.
Todos bailaban, la peli-purpura estaba esperando que su caballero la sacara a bailar, y eso era algo que la emocionaba sobremanera. La madre de Mikaela se acercó al oído del azabache para susurrarle. - Sácala a bailar, es un buen comienzo para conocerla - el de orbes esmeralda hizo una mueca imperceptible, sus ojos recorrieron el lugar intentando encontrar una forma de escapar; pero sus ojos vieron a Mikaela, quien tenía una mira de odio puro. Eso emocionó al de orbes esmeralda. Tal vez podría cobrarse una de tantas cosas que el rubio le hizo sentir.
- Disculpe, señorita Hiragi, sería un honor que me acompañara en este baile - sonrió de la manera más galante que tenía, podía sentir cómo la poseía con la mirada. - Por supuesto - la chica tomó la mano de su prometido, él colocó su mano en la cintura de ella, empezando un vals suave y coordinado. Ella se sentía en el cielo, y él en el infierno
.
- Bailas de maravilla, señorita - le dio una sonrisa que encantó a la joven. - En vista de las circunstancias, deberías llamarme Shinoa - sonrió. - Desde luego - el baile continuó, y ella cada vez abrazaba a Yuichiro para pegarse más a él. Pero este acto no pasó desapercibido por el rubio, quien se acercó a pasos lentos y elegantes, para posteriormente tomar el antebrazo del azabache.
- Yuichiro, te estaba buscando - dijo con elegancia y fineza. - Acompáñame, necesito que me ayudes con unos formularios - el azabache sabía que era solo una excusa, así que decidió continuar con el juego. - Mikaela, es mi día libre - tomó de la mano a Shinoa, pero el rubio no lo soltó. - Es una orden, y no me menciones mi nombre con tanta confianza - la mirada del rubio podría matar a cualquiera, así que solo optó por asentir y seguirlo. - Por supuesto, amor - miró a Shinoa - señorita, regreso enseguida.
Cada paso al estudio era una calamidad. Sentía que el pasillo era más largo de lo normal. Sabía que este enfrentamiento sería decisivo para su relación con Mikaela, y estaba dispuesto a hacerlo.
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continuara~Bueno espero que les guste mi fanfic <3
Si hay alguna falta de ortografía o algo que no se entienda bien, me informan y lo corregiré 😁😁
Acabe de salir a vacaciones así que las actualizaciones serán seguidas.
Nos leemos luego
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El secreto de mi amo (Terminada)
Teen FictionYūichirō es un niño huérfano que es adoptado por la familia Shindo, para hacerle compañia a su único hijo Mikaela Shindo el cual es un niño amable y optimista pero un tanto solitario; con el tiempo todo era felicidad para ambos, pero esa felicidad...