Capitulo 6 ( Sorpresa bidireccional)

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Bienvenidos al teatro de la vida, donde cada acción abre la puerta a una salida, sorpresas detrás del telón.

.........

(Narrador omnisciente)

El cielo, después de teñirse de un naranja intenso con el paso de las horas, oscureció y así llegaron las diez de la noche.

Yuichiro abrió lentamente sus ojos pelinegros, encontrándose con el techo blanco de la habitación. Se removió en la cama intentando levantarse, pero un brazo lo rodeó, impidiéndole salir. Mikaela lo miraba fijamente.

"Mika", susurró Yuichiro casi inaudible, "quiero decir amo", pero el rubio colocó su dedo índice en los labios del azabache.

"Descansa, Yuu-chan. Han sido unos meses muy atareados", acarició suavemente los cabellos negros, "ya no tienes que hacer todo ese trabajo. De todos modos, no fue gran cosa. Ahora duerme, pronto serán las doce."

Los ojos verdes de Yuichiro se abrieron de par en par al mirar el reloj de la pared. "Gracias, amo, pero debo ir a otro lugar", dijo, apartando la mano de Mikaela de su cintura y saliendo de la cama para dirigirse a la salida.

"Yuu", el tono de Mikaela cambió a uno sombrío, lo que asustó a Yuichiro. El rubio se acercó con una sonrisa arrogante. "Así que lo eliges a él", levantó la mano y la dirigió al cuello del azabache, pero Yuichiro reaccionó rápidamente y salió corriendo de la casa.

"Maldita sea, Yuu", un estruendoso golpe resonó en la casa como si algo se hubiera roto, algo que a pesar de estar ya lejos de la mansión hizo temblar a Yuichiro.

Una vez en la acera, Yuichiro llamó a un taxi para dirigirse a casa de Yoichi. Pronto serían las doce de la noche y si tardaba más, no podría cumplir su promesa. Sin embargo, un recuerdo de su infancia junto a Mikaela, cuando los otros niños lo molestaban por ser huérfano y Mika siempre estaba allí para sacarle una sonrisa, defenderlo y abrazarlo, lo hizo dudar. ¿Qué hizo Europa con el chico que amaba? Solo quería despertar de ese mal sueño que parecía estar consumiéndolo.

"Te extrañé tanto", susurró Yuichiro mientras se acercaba al vidrio de la ventana y veía su rostro demacrado por el cansancio y el estrés. "¿Por qué este sentimiento creció durante el tiempo que no estuviste aquí? Debía desaparecer completamente." El conductor anunció que habían llegado, y Yuichiro bajó apresuradamente, no quería hacer esperar más a Yoichi, pero faltaban diez minutos para las doce.

Yoichi estaba viendo el pastel en su habitación. Sabía que después del rechazo de su familia por ser adoptado, la muerte de su tutor y heredar la fortuna, era lógico que recibiera ese trato de querer sacarlo del camino por parte de sus familiares. Aunque solo quisiera vivir una vida tranquila, todo le resultaba injusto.

"Yuu-kun", suspiró mientras la lluvia comenzaba a caer cuando Yuichiro llegó al edificio donde vivía Yoichi. Entró rápidamente y llegó al departamento, abriendo la puerta exageradamente. "Yoichi", se arrojó hacia él y lo abrazó como si su vida dependiera de ello.

"Sabía que ibas a llegar", Yoichi escondió su rostro en el pecho del azabache, quien imitó el gesto y acarició su cabeza.

"Lo siento por llegar tarde", Yuichiro vio en la mesa el pastel de helado tendiendo a derretirse. "Yo... me sentí culpable. No pude enfrentarme a Mikaela y lastimar a alguien que aprecio."

"Lo importante es que estás aquí", Yoichi se separó un poco y vio la culpa en el rostro de Yuichiro. "Yuu-chan, ¿por qué cambiaste? Eras lindo y tierno. ¿Cuándo cambió todo?" Se paró de puntillas y se acercó al cuello de Yuichiro, dándole un pequeño beso que dejó una marca. "Ese es tu castigo por llegar tarde", sonrió, lo tomó de la mano y lo llevó a cortar el pastel.

Mikaela sentía que estaba en una pesadilla, o tal vez el whisky le afectó. Subió las escaleras tambaleándose; en su mente solo tenía la imagen de Yuichiro en la cama dormido. Al llegar, se resignó y abrazó una almohada, fingiendo que era su amado Yuu-chan.

"No sabes cuánto te deseo, Yuu-chan, pero es tu culpa", murmuró Mikaela, arrojando la almohada al suelo. Se llevó las manos al rostro, sintiendo una tormenta de emociones. "Yo no soy un maldito homosexual", continuó, arrojando las fotos que tenía con Karin contra la pared. "Se suponía que tú me harías olvidarlo, pero ahora... Yuu está con ese mocoso. ¡Vaya que fui iluso! El maldito solo le abre las piernas a la gente huérfana como él."

Volvió al vestíbulo y tomó asiento en el sillón con un trago en la mano. Esperaría a que Yuichiro volviera, y esta vez se enfrentaría a la causa de su insomnio. Cerca de él había una foto de Yuichiro y él sonriendo. "Te aferrabas tanto a mí, Yuu-chan. Eras tan lindo y tierno. ¿Cuándo cambiaste?" Delineó el perfil del rostro del azabache en la foto con sus dedos.

La noche pasó rápidamente cuando el alcohol dominó sus pensamientos. Escuchó la puerta abrirse y una sonrisa siniestra se formó en su rostro. "Yuu-chan", susurró antes de ver a Yuu entrar sigilosamente para buscar la llave de su departamento, que había perdido cuando se levantó de la cama.

"Buscas esto", dijo Mikaela sacando la llave de su bolsillo y esbozando una sonrisa maliciosa. "¿Lograste llevarte a la cama al huérfano ese?" Se acercó al azabache, acorralándolo contra la pared.

"Mika, yo... yo solo... quiero mi llave", balbuceó Yuichiro, asustado, mientras intentaba liberarse del agarre de Mikaela. Pero el rubio lo besó con pasión hasta dejar una marca en su cuello. Su sonrisa se hizo más grande. "Maldito, eres simplemente una perra profesional."

El azabache estaba horrorizado, hasta que Mikaela lo lanzó al suelo. "Voy a tratarte como a mi zorra..."


continuara~

Bueno espero que les guste mi fanfic <3

Espero que aprecien mi trabajo

lo hice con mucha dedicación

y si hay una que otra falta de ortografía sepan disculparme e informarme de esta.

~Hasta el próximo capitulo ~

El secreto de mi amo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora