GENIUS￤SPENCER REID.

୨ 18.

──── ❝ GENIUS ❞ ────

eighteen￤memories

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         VICTORIA HABÍA DESPERTADO apenas su alarma comenzó a sonar luego de una muy mala noche de sueño, pero que por alguna razón no le había dejado cansada. Apagó la alarma y sentó en su cama suspirando. 

En ese momento no se encontraba en D.C, por lo contrario, se encontraba en L.A, donde había pasado las últimas (casi) dos semanas junto a Harper Kane, su asistente personal debido a una convivencia de psicólogos y psiquiatras y ella como directora de una Centro de Salud Mental importante de Washington, D.C, estaba obligada a presentarse si quería seguir teniendo una buena reputación frente al comité. 

Por suerte, dos días más y podrían irse.

Su embarazo estaba avanzando con tranquilidad y a la perfección con, en ese momento, 15 semanas y contando, además de que unas ecografías atrás había recibido la noticia que se trataba de un embarazo gemelar monocorial. 

Ella y Spencer iban a tener gemelos. 

De pie frente al espejo con su mirada en su barriga al igual que su mano, Vic suspiró, su mente viajando a 2003, poco después de obtener su licenciatura, durante una visita a Quantico. En ese momento, tenía su cabello largo y flecos en cortina, además de su mirada aún iluminada como solo Audrey lograba que estuviera, llevaba un vestido azul con margaritas pequeñas de estampado y unas sandalias blancas, disfrutaba el verano y sus vacaciones.

La razón de su visita en principio era solo para visitar a su hermano, aunque terminó siendo un día más importante pues en cuanto las puertas del ascensor se abrieron y ella salió con su mirada dispersa en un mensaje que acababa de recibir de Audrey que no lograba entender pues en ese tiempo su amiga no usaba más que acrónimos y abreviaciones para referirse a algo, chocó contra otra persona de pie frente al ascensor.

  —Lo lamento, fue mi culpa. —se disculpó ella de inmediato, su mirada elevándose para encontrar los ojos de aquel a quien acababa de chocar.

Cuando sus ojos se encontraron, ella pudo ver los nervios y la incomodidad en él, al igual que el brillo de interés y cierta atracción hacia ella, que era recíproco desde ese mismo momento. Se tomó sus segundos para analizar su rostro, aprendiendo los detalles del mismo, las comisuras de sus labios mientras esos se fruncían por su incomodidad, el largo y arquear de sus pestañas, y la forma en que su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás dejando libre su rostro.

Y ella sabía que él estaba haciendo lo mismo, aunque sus expresiones fueran diferentes, el lenguaje corporal de ella indicando nerviosismo pero confianza al mismo tiempo, y el de él indicando nervios, incomodidad y cierta torpeza social.

  —Disculpa, otra vez, estaba distraída, no te vi. —volvió a hablar ella, manteniendo su mirada sobre los ojos de él que solo se mantuvo callado unos segundos antes de carraspear bajando la mirada tratando de recomponerse, lo que la hizo sonreír levemente. 

  —Está bien, siempre hay una posibilidad de que pase —dice él afianzando su agarre sobre la correa de su bolso colgando de su hombro. —. De hecho, pasa más seguido de lo que podrías pensar, es algo común que alguien se distraiga mientras camina por estar viendo otra cosa o solo se distraiga por su subconsciente recordándole cosas por hacer y-

Él calló.

  —Conozco las estadísticas —afirma ella sonriendo, sobre todo interesada por la forma de explicar las estadísticas que el extraño frente a ella tenía. —, y conozco porqué alguien puede distraerse para chocar con alguien, soy psicóloga, es parte de lo que tengo que estudiar al analizar en subconsciente.