SI, PROFESOR [REMUS LUPIN]

iv. A SISTER

          
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si, profesor.
chapter four. a sister
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—¿Que carajos fue eso? —le preguntó Ares dejando caer los libros muy cerca de la mano de Circe.

Actualmente la rubia tenia una hora libre antes de ir a su próxima clase y Circe había pensado que era un buen momento para adelantar su tarea porque luego no iba a tener tiempo.
Claramente la buena idea no fue hacer su tarea en la sala común de Slytherin, ella podría disfrutar la soledad en la torre de prefectos, pero había pasado seis años en la sala común de Slytherin haciendo sus tareas y no pensaba cambiarlo ahora.

Circe miro con desagrado la mancha de tinta que hizo gracias al susto que le había dado su novio.

—No, ¿Que te pasa a ti? —se quejo ella— ¡Mira esto, voy a tener que hacerlo de nuevo, Ares!

Al chico ni siquiera parecido importale la redacción en la que Circe estaba trabajando, solo funcio las cejas esperando una respuesta por parte de la chica. Pero Circe ni siquiera tenía pensado darle una respuesta mientras se estiraba para tomar otro pergamino y comenzar su redacción de nuevo.

— ¡Circe te estoy hablando!

—¿Que quieres? —se quejo la rubia levantando la cabeza solo para verlo.

— ¿Que fue eso que hiciste allí en el salón de Defensa? ¿Coquetear con el profesor delante de todos? ¿Que te pasa?

Circe solto un bufido antes de volver a su redacción.

—Yo no coqueteé con nadie —le avisó— solo no queria estar con Weasley, sabes que lo detesto.

—Pues no pareció eso.

—Pues entonces consiguete unas gafas.

Pasaron unos minutos y Circe no recibió una respuesta asi que solo levantó la vista de su trabajo para verificar que Ares se había ido. Seguramente aún se sentía molesto porque ella había "atacado su verilidad" pero Circe no lo consideraba asi porque de hecho ella no había coqueteando con el profesor Lupin.

Al parecer ese dia, nadie tenía intenciones de dejar que Circe terminará con su trabajo escolar porqur la puerta de la sala común se abrió solo para revelar a Pansy Parkinson que venía corriendo hacia ella con los ojos llorosos.

—¡Circe, Circe, es Draco!

Pensando que ella solo estaba llorando de nuevo porque su hermano no le prestaba atención, Circe decidió hacer lo mismo y volver a concentrarse en su trabajo.

—Vaya, que bien...

—¡No, es terrible! Y la sangre...

Obviamente la mención de sangre le llamo la atención y dejo su trabajo atrás para ponerse pié.