SI, PROFESOR [REMUS LUPIN]

xx. HEAD UP

          

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si, profesor.
chapter twenty. head up.
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Circe, madre me ha enviado una carta hace un minuto para pedirme que no vuelva a intentar comunicarme contigo jamás.

¿Que fue lo que realmente sucedio? ¿Todo esta bien con Atenea?

Madre dice que tu y padre tuvieron una discusión muy fuerte y que decidiste irte por tu propio camino, no dijo porque pero si dijo que padre estaba furioso. ¿Esto significa que ya no podré volver a verte jamás? ¿O que no voy a poder conocer a Atenea nunca?

Padre definitivamente quemara tu nombre del árbol famíliar y serás la próxima escoria de la família, eres la primera Malfoy en desistir, el abuelo también debe estar furioso por eso y no creo que te deje su fortuna ahora.

Espero que puedas contestarme pronto y donde sea que estés que te encuentres bien. Eres mi hermana y no quiero dejar de verte, asi que por favor no cortes conexiones conmigo, yo no se lo dire a nadie.

Cuidate.

D. Malfoy.

P.D: ¡Feliz cumpleaños, te amo!

Circe terminó de leer la carta y se llevo una mano al estómago. No lo había pensado antes, pero como Draco lo había escrito, probablemente la oferta de su abuelo se había ido por el retrete ahora que la habían repudiado de su família ya no tenía más nada, los beneficios la habian abandonado cuando ella abandono su casa.

Hospedarse de por vida en el caldero chorreante no parecía ser una buena opción y no tenía tanto dinero como hacerlo de todos modos. En el fondo de su baúl Circe había encontrado unos cuantos galeones que le habian quedado de cuando iba a Hogwarts, tenia sus ahorros pero mucho más que eso ella no tenia nada más.

Podría vender algunas cosas o simplemente ir al mundo muggle y vender pociones, Circe lo había escuchado antes, uno de los ancestros de los Potter había conseguido parte de su fortuna asi, y ella era buena en pociones.. Y en definitiva, tampoco le haría un mal a alguien ¿verdad?
Ella podría hacerlo por un tiempo o simplemente podría buscar a Andrómeda pero era demasiado orgullosa como para hacer aquello, ya suficiente le había pedido con el tema de la académica como para que además tuviera que soportarla en su casa. Circe se las arreglaría por su cuenta. No necesitaba ayuda.

Cuando salio del caldero chorreante, Tom la saludo con un movimiento de cabeza y siguió con sus cosas. Era bastante extraño la libertad que tenía ahora, pero aunque estuviera lejos de sus padres ella podía notar las miradas de las personas que la juzgaban. Circe nunca le había dado mucha importancia a ello, fue criada para pensar que era superior al resto asi que solo supuso que era envidia, pero ahora podía comprenderlo... o por lo menos un poco. 

Ella tenia dieciocho años ahora y haber crecido en la família que creció hizo que pesará igual que ellos, ahora veía todo desde otra perspectiva pero aun tenía pensamientos que si dijera en voz alta quizás no fueran tan bien recibidos.

De camino a la tienda de pociones Circe se encontró con la persona que menos quería ver en el mundo. Lydia Avery.

Estaba claro que Circe era demasiado orgullosa, y aunque le paso por la mente darse la vuelta y alejarse sin que su ex mejor amiga la notará ella hizo todo lo contrario.
Paso junto a ella ñ, casi al borde de chocarle el hombro.

—¡Circe!

Fingiendo estar sorprendida la rubia se dio vuelta para examimar a Lydia de arriba a abajo con un claro disgusto. Podría haber sido repudiada de su família, pero las manias no habían cambiado aún.

—Avery —ella le respondió con desinterés y siendo nada cortes, como si decir su apellido le diera asco.

Lydia le dio una sonrisa aun asi. Ahora fue su turno de examinarla. Ella se llevo una mano a la boca para ocultar un grito de sorpresa cuando vio el tamaño de su estómago.

—¡Estas embarazada! —ella chilló, como si fuera un nuevo descubrimiento para Circe.

—Vaya, si no lo decias no iba a notarlo jamás —respondió Circe con sarcasmo.

Lydia suspiró y hizo el amago de estirar su mano para ponerla en el estómago de Circe, pero ella se alejó antes de que pudiera tocarla.

—Todo el mundo mágico esta hablando sobre ti —Lydia murmuró luego de un momento en silencio incómodo— dicen que te fuiste de casa y que tus padres te quemaron del arbol de la família, como paso con el primo de tu madre, Sirius Black.

Aunque Circe estaba bastante interesada en escuchar lo que el mundo mágico tenía que decir sobre su huída, prefirio no preguntarle a Lydia.

—Yo también estoy pensando en tener hijos... Ares y yo nos casaremos pronto —ella estiro su mano para qur Circe mirara el anillo de compromiso pero la rubia no lo hizo.

—Ah —respondió ella con desinteres, volteandose para seguir su camino.

—Circe, espera. ¿Podria pedirte un consejo...? Ares ha estado un poco raro ultimamente ¿Como fue que le hiciste tu para que este tan al pendiente de ti? Él realmente te queria.

Circe arrugo la nariz con disgusto.

—Pues si esta raro probablemente te este engañando. Lo hizo una vez y todo salio bien, tu eres la prueba de eso ¿que lo detendria ahora? Si lo hizo una vez lo volvera a hacer.

Sin esperar una respuesta Circe se alejó para entrar a la tienda de pociones. Hablando con Lydia lo había decidido. No iba a quedarse a llorar en un rincón, se iba a levantar e iba a conseguir todo lo que quería sin importar que.