Tal vez en esta vida.

El sapo rosa

Capítulo 14

"El sapo rosa"

Esa mañana de inicio de clases, Lavender se vistió a toda velocidad y salió del dormitorio antes de que Harriet se hubiera puesto siquiera los calcetines.
-¿Qué le pasa? ¿Teme volverse loca si está demasiado tiempo en una habitación conmigo? - preguntó en voz alta de mal humor, la noche anterior, la chica no lo había dirigido ni la mirada.

Aunque ambas no fueran muy unidas, se habían llevado muy bien desde el primer día, la rubia siempre disfrutaba de peinarla los primeros días de curso, y aunque ella siempre decía que lo odiaba, ese momento fue un tanto triste no tenerlo

-No te preocupes, Hazz- dijo Parvatil colgándose la mochila del hombro. -Solo esta tensa, como todos, sus padres por poco no la dejaban venir...

Tras una pausa un tanto violenta, salió también del dormitorio.

-Ya se le pasará- le alentó Hermione.

¿Tendría que aguantar muchas situaciones semejantes? Porque solo esa mañana ya estaba lo suficientemente irritada.

-¿Qué ocurre? -les preguntó Ron al ver sus caras, cuando se reunieron en la sala común antes de que bajaran todos a desayunar.

-Lavender cree que Harry miente acerca de Quien-tú-sabes -contestó brevemente Hermione a un lado.

-Seamus, bueno, la madre de Seamus también creé en el profeta, y aunque también estuvo a punto de casi no venir este año, Dean lo convenció de que no es tú culpa.

Al menos sus amigos más cercanos habían vivido de cerca todo el sufrimiento que acarreó con ella el regreso de Voldemort, algo que no pudo haberse inventado si la había destruido de esa forma y le había costado la vida de su entonces novio.

-Detesto esto- se quejó. -Odio tanto, los murmullos, la atención- murmuró agotada.

-Tranquila, no será eterno, Hazz- le alentó Mione. -Además Dumbledore lo dijo el año pasado, en la cena de despedida.

-¿Dijo que? - el chico no pareció entender y la pelinegra estaba incluso más perdida.

-Recuerden, cuando habló de quién ya sabes quién... - insistió, pero al parecer se rindió y prosiguió. -Dijo que su «fuerza para extender la discordia y la enemistad entre nosotros es muy grande. Sólo podemos luchar contra ella presentando unos lazos de amistad y mutua confianza igualmente fuertes».

-¿Cómo consigues acordarte de esas cosas? - Se rasco la nuca, nervioso.

Salieron de la sala común por el retrato de la señora gorda para bajar a desayunar.

-Escucho, Ron- respondió ella con obviedad.

-Yo escuché, bueno, aunque no recuerdo todo eso con exactitud.

-Yo, no escuché ese discurso- recuerda la pelinegra. -Salí huyendo luego del brindis.

-Cierto- su amiga le miró apenada. -Pero la advertencia del Sombrero Seleccionador era casi la misma: permanezcan juntos, estén unidos...

-En ese caso Harriet va por buen camino- Señaló a la pelinegra.

-Pero si todos me odian- miró confundida ante la afirmación de su amigo.

-No todos, pero ese no es el punto, desde el año pasado fomentaste la unidad entre las casas. Tú amistad con, Malfoy fue algo que no esperábamos- Admite. -pero al menos derribó estúpidas ideologías sobre la rivalidad de las casas.

-En eso tiene razón- secundó el pelirrojo. -Hasta Theo y Neville hicieron su amistad pública y ahora hasta pasaba más tiempo con nosotros que con su propia casa.