El abuelo de ______ antes de fallecer le da su querido tesoro a sus nietos, su granja situada en Pueblo Pelícano. Donde encontraras grandes aventuras, felicidad, amor y misterios, entre ellos la magia que la persigue en forma de una manzana.
¿Que pa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-𝐃𝐞𝐬𝐠𝐚𝐧𝐚𝐬-
Había sido despertada por Hayden hace poco tiempo, solamente me levanté para hacerle el desayuno y dejarle ir a jugar con Vincent y Jas durante todo el día, después de eso no tenía apetito por la mañana y volví a la cama encontrándose encima de mi en estos momentos mi lindo y arisco gatito, Neptuno.
Tenía el brazo bajo la cabeza para más comodidad y el minino entre el otro brazo libre para que le pudiese hacer mimos, me hace gracia que solo se deje tocar por mí y con suerte con mi hermano.
Miraba con aburrimiento y con sueño de haber estado toda la noche en vela por mis idioteces de ayer. Y si realmente me preocupase eso que pasaría, de todos modos, nunca se lo diré a nadie y mis palabras no tendrá efecto en esas personas para que les importe tan de repente. ¿Doy solo unos cuantos billetes de dinero más en este pueblo? ¿Tengo un valor aparte del económico? O solo seré siempre "La nueva granjera" sin nombre que la del principio, siempre pienso eso, pero mi mente se nubla cuando recuerdo a Abigail, Sam y Sebastian, sobre todo con el último nombrado. ¿Qué se le pasará a veces por la cabeza o cuáles son las razones de su sonrisa ladina y de sus ceños levemente fruncidos? Tan misterioso al igual que curioso.
Con desgana me levanté de la litera para comer al menos un vaso de leche con cereales mientras me sentaba en el porche con Neptuno y miraba el despejado cielo del verano.
La luna siempre me ha atraído más que el sol, aun cuando la luna pone mis sentimientos más a flor de piel. ¿Será que la luna es hipnotizante para las personas que les cuesta mostrarse y las hace saber de sus sentimientos mirándola? Se siente como un somnífero que ciega la mente haciéndote mostrar a tu corazón los sentimientos sin quererlo.
Al recapacitar lo de ayer recapacité lo que acabo de decir. ¿Por qué tan dramática por lo que vas a tener que sufrir de todas maneras? ¿Y por qué todos son preguntas? Hasta eso era una pregunta... Me estoy rompiendo los sesos sin propósito alguno.
Me dejé caer hacia atrás y giré la cabeza a la derecha viendo mis cultivos necesitados de agua, como cada mañana. Entre suspiros profundos me reincorporé y entre hastío me obligué a moverme del sitio.
Al terminar lo único más interesante era visitar mis babas babosas, una sonrisa cohibida se asomó en mis labios, al menos eso me alegraba lo suficiente para hacerme elevar mis comisuras de alguna forma. Abrí la puerta de madera que había creado para que no les diese la luz exterior y les hiciese daño.
Ellas al verme vinieron contentas a verme.
—Hola pequeñinas —las saludé feliz. Son tan monas que el corazón se me llena con tan solo verlas.
Ellas se movían de lado a lado expresando su felicidad con los ojitos cerrados. Si tan solo pudiera tocarlas unos segundos sin que se me paralizasen los brazos.
—Mmh... —me quede pensativa —No sé qué nombres ponerles.
(Guiño de la autora para que propongan dos nombres en los comentarios, por favor).
