Capítulo 19

508 49 12
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Los días se habían vuelto menos catastróficos con los anteriores, apenas unos breves días habían sido, pero la diferencia era palpable con solo verme. Menos ojeras y más cantidad de sonrisas por hora, aparte de estar menos distante con Hayden, no quería pagarlo con él o me arrepentiría. Era algo que él había entendido sin necesidad de explicárselo, aunque sentía que debía darle razones por mi comportamiento, era solo un niño.

El trabajo en los cultivos y en los animales se habían reducido gracias, aparte de pensar menos, al seguimiento que debía dar a los consejos de Harvey para no volver al insufrible dolor de cabeza repentino, asiduamente había dejado de dolerme la cabeza y el malestar corporal nunca llegó por la medicina de Harvey.

A veces cuando quería despejarme de todo iba al bosque del Sur de mi granja. Por el rancho de Marnie. Sin embargo, las visitas de Abigail, Sam, Leah, Elliot y Shane no habían parado, también creo que era como un despeje de mente para ellos venir a la granja.

En estos instantes me encontraba comiendo pizza en el salón mientras veía una película sobre héroes, antihéroes y villanos con Hayden, era uno de sus días libres de escuela. Aunque él no se quejaba porque significaba pasar más rato con Jas y Vincent, pero odiaba la asignatura de ortografía, eso sin duda, me lo dejaba en claro todos los días.

—¡El coche va a explotar sal! —toda fue su emoción que rompió el vaso sin líquido dentro cuando se echó hacia delante.

—Hayden... —suspiré

—¡Lo siento! Yo... No era mi intención...

—No te muevas, no quiero que te cortes. Sigue viendo la peli, anda.

—Ya no romperé nada, jurado.

Fui a por una escoba y a por el recogedor, con cuidado quité hasta cualquier viruta de vidrio.

—Sí ves algún cristal que yo no haya visto me avisas, no lo quites tu —asintió ensimismado con la película.

Al levantarme vi la mancha de grasa de chocolate que ni los polvos de talco habían podido quitar.

—¡Ah! Vi a Robin hace unos días, le pregunté qué tal porque se veía un poco mal. Solo me contestó que mucho trabajo, pero solo le tomaría un poco de tarde cambiar las losas de madera. Podrías pedírselo, a lo mejor cambiar un poco de aires le ayuda.

—No sé cuándo te volviste tan observador, pero me gusta —le sonreí.

—Bueno si así puedo ayudar, no me molesta serlo.

—Y también algo menos tímido, la primera estación casi ni saludabas a nadie.

—¡Es que no los conocía!

—Te entiendo, pero me alegro que seas más sociable. Solo eso —vi cómo se sonrojaba por los cumplidos.

—Iré antes de que cierre el local a pedírselo. Al menos, ella no es como Marnie, casi ni aparece en su horario de trabajo.

-𝐁𝐮𝐥𝐥𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨𝐬𝐨- (Sebastian/Stardew Valley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora