Capítulo 21

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Blake,
17 de noviembre

En tres días era mi cumpleaños, y siendo sinceros, no tenía muchas ganas de celebrarlo. Cumplía veinte años, y de seguro que mi hermana me había preparado algún tipo de fiesta junto con mi madre.

—¿Tienes ganas que llegue ya el sábado Blake? —me preguntó mi madre mientras estábamos los tres en la cocina.

Mi madre estaba haciendo la comida, Leah estaba hablando con su mejor amiga de no se que, creo haber escuchado algo de un chico, y yo estaba cogiéndome una cerveza de la nevera para comer.

—No mucho la verdad.

Mi madre me miró de reojo mientras servía la comida y negaba con la cabeza al mismo tiempo. Me senté en la mesa y estuve pensando en alguien que no me imaginaria que estuviera por así decirlo metida en mi cabeza, en Rachel.

A ver, si, la besé dos veces pero no porque me gustaba, sí no porque en su momento me apetecía y ya está. Porque que dos personas se besen,

no necesariamente tienen porque estar enamorados o estar saliendo.

—Blake, ¿en serio te vas a tomar una cerveza ahora para comer? —preguntó mi madre mientras servía la comida y se sentaba, a lo que ignoré su pregunta dándole otro trago a la botella, y ella se reía a la misma vez—. Leah deja el móvil para comer.

La comida fue silenciosa, tan solo se escuchaban los tenedores repiquetear contra los platos. No para de pensar en que Rory y Owen estuvieran desaparecidos, ¿y si están muertos? Pensé en que después de comer les llamaría o iría a su casa a ver si puedo dar con ellos de alguna forma.

Mientras seguíamos comiendo, un móvil empezó a sonar de repente a lo que levanté la vista hacia Leah, ya que al parecer se trataba de su móvil.

—Que te he dicho de no utilizar el móvil mientras comes. —Mi madre le echó la bronca a mi hermana a lo que ella lo apagó de repente.

—Perdona, era Sam. —Cuando Leah dijo que se trataba de Sam, inmediatamente me alerté por lo que me contó Rachel hace días.

—¿Sam? —pregunté a lo que ella asintió con la mirada un poco asustada, así que decidí levantarme y acercarme hacia mi hermana—. Dame tu móvil.

—Dame tu movil.

—¿Para que?

—Tu solo damelo.

Leah me entregó su móvil no muy segura y me alejé hasta el salón para marcar el número de Sam. Esperé a que lo cogiera, y cuando lo hizo, a los primeros segundos hubo total silencio desde la otra línea, pero fui yo quien rompió el hielo.

—Mira escúchame hijo de puta. Sé que tú estás detrás de todo esto, así que como no pares te vas a enterar, ¿te queda claro? Deja en paz a mi hermana y deja en paz a Rachel y a sus amigos.

No respondió y segundos después colgó.

—¡Joder!

Leah se acercó rápidamente a mí y me quitó de un tirón el móvil de las manos.

—¿Qué crees que haces?

—Acabar con todo esto. Rachel me contó que Sam es sospechoso junto a la Summer esa y un profesor de su instituto.

—Si, a mi también me lo dijo.

—¿Y por alguna razón no sabrás dónde se esconde Sam? Porque si descubrimos dónde está, tal vez encontremos de alguna manera a los otros dos sospechosos.

—Claro, por eso no he dicho nada, porque me encanta encubrir a un psicópata que es sospechoso de todo lo ocurrido. ¿No crees que si supiera dónde estaría ya lo hubiera dicho?

Unknown ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora