Todo el lugar era un completo desastre, asaz de cuerpos, escombros y sangre caían por todo lugar, era un total espectáculo para un completo desquiciado ajeno a la empatía, en ese mundo solo se conocía a una raza que se podría conmover por la espeluznante vista, Demonios, aquellas criaturas que pareciese que su existencia fue hecha con el objetivo de destruir y humillar a la raza humana, sin embargo, el infierno y el cielo se va a definir en este momento para ambas razas, con el nuevo Alfa, Ryomen sukuna.
Sukuna:Wow deben estar agradecidos por el gran regalo que les mande.
La maldición dio un parpadeo, y al momento de abrir los ojos estaba frente una mujer con una biwa .
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Sukuna:cada día más trucos, ¿tú de que sirves?, ¿para turismo o algo así?
Sukuna extendió su mano derecha para devastar una pared que venía hacia él.
Sukuna:no, no es para turismo.
Nakime:no puedo dejar que intervengas en los planes de Él, ¿qué eres? Tu apariencia cambió.
Sukuna: larga historia metida, ahora dime donde está tu jefe, es el que me interesa ver.
Nakime:como dije, no te dejaré intervenir.
Sukuna:no hablarás, bueno, entonces te obligaré.
Sukuna se lanzó contra nakime la cual desapareció de su posición, sukuna miro un poco confuso el suelo, pues antes estaba destruido y ahora está intacto.
Sukuna: (ya sé lo que sucede, ella controla este lugar, cuando suena la biwa este lugar se mueve, ¿qué pasara con este lugar cuando se toque una de romeo santos?, ya sé cómo parar esta estupidez.)
Sukuna ubico a Nakime y volvió al ataque, esta vez con fuego en mano, al momento de escuchar la biwa, este mando fuego a todas las direcciones, logrando su objetivo, Nakime está con quemaduras graves, su columna vertebral se podía ver, la carne se veía ya asada, apenas tenía trozos de piel.
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Mitsuri: huele a quemado, iguro quédate aquí ya vuelvo.
Iguro: Kanjori no creo que sea la mejor opción iré contigo.
