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Rindou estaba paralizado en aquel asiento del consultorio junto a su hermano quien estaba en las mismas circunstancias, impactados y sin palabras.

- debe haber un error! - exclamó el mayor de los hermanos golpeando firmemente su mano en el escritorio frente a él, alarmando tanto a su hermano como al Doctor frente a él.

- lo lamentamos mucho, los estudios nunca fallan. Como puede ver su hermano es un omega al cien por ciento - Indicó el hombre beta frente a ellos mientras indicaba los papeles donde daba positivo a esa sección - aunque me sorprende que no sea tan pequeño como normalmente lo son, igualmente hay excepciones. Ahora bien si empezamos el tratami- -

- esto es una mierda, vámonos Ran -se levantó molesto el de lentes mientras caminaba a la salida acompañado de su hermano mayor quien no dejaba de fulminar al mayor quien miró sin mucha importancia como se iban, pues ya le habían pagado.

Ambos caminaban en silencio, el más alto miraba de reojo al menor quien jugaba con sus manos y mordisqueaba su labio inferior pues sabía que estaba asustado, Rindou siempre hacia eso cuando algo no estaba bien.

- que voy a hacer ahora? No quiero ser un patético omega - Rindou paro su andar mientras fruncia sus cejas y apretaba sus labios.

- podríamos ocultarlo con suspersorios - recomendó el de cabello suelto mientras colocaba una mano en su mentón indicando que estaba pensando.

- y si entró en...celo?- dijo con algo de vergüenza haciendo que ambos se sonrojaran.

- supongo que tendremos que estar distanciados, por el momento no podrás salir -.

Rindou al escuchar eso se molesto mucho, tanto que se giro para golpear la pared más cercana que tenía provocando una pequeña abolladura al concreto mientras su mano sangraba un poco.

- puedo conseguir algunos suspersorios "especiales" - dijo el mayor mientras mientras reía por la reacción de su hermano quien lo miró con molestia, quizá se ganaría una paliza si continuaba fastidiandolo.

- cómo sea, con tal de ocultar eso - respondió con fastidio, ran lo miró triste viendo como su hermano menor retenía sus lágrimas.

Y así comenzó la gran mentira de los hermanos haitani.























Algunos años después..



















Se encontraban en la sala de reuniones, mientras ambos hermanos junto a sanzu estaban llevando a cabo una misión que en pocos días sería ejecutada por órdenes de Mikey, una vez finalizada su movida Ran fue a informarle a mikey sobre su siguiente movimiento. Ahora los dos hombres que se encontraban dentro del lugar se miraban de vez en cuando para después volver a desviar la mirada, algo estaba extraño.

- porque siempre estas pegado a tu hermano? Pareces un cachorro - Sanzu dijo de repente con esa sonrisa socarrona haciendo que rindou lo mirara pero sin ninguna expresión pero sorprendido del repentino comentario.

- no es de tu incumbencia - respondió simple, haciendo que la pequeña sonrisa del pelirosa se borrará al instante siendo reemplazada por una mueca de molestia, odiaba que el pelimorado fuera tan altanero y soberbio. Rindou sin querer continuar una conversación con haruchiyo decidió también abandonar el gran salón, dejando a un sanzu muy intrigado pues su reaccion no le parecio muy inisual. "porque es tan sofocante su olor?" preguntó en su mente el pelimorado mientras caminaba por los pasillos, esa era su molestia con el menor, pues a diferencia de cualquier alfa a su alrededor el único que destacaba era el del pelirosa, su olor era tan intenso y sofocante para el poniéndolo muy ansioso y a la vez nervioso, no era sospecha para nadie que sanzu fuese un alfa poderoso y dominante tanto en su empleo como en su persona.

𝔢𝔰𝔠𝔬𝔫𝔡𝔦𝔡𝔞𝔰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora