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Después de mucho tiempo, regreso de los muertos muejejej

Ran se encontraba sobre la mesa terminando su trago, ya incontables, era buen bebedor así que apenas estaba sintiendo los efectos del alcohol en su sistema, se sentía exhausto pues el deber ahí nunca lo dejaba descansar siempre sucedía algo y él desafortunadamente tenia que atender, su hermano no podría por obvias razones. Se estuvo manteniendo fuerte disfrutando del alcohol quizá ya había terminado una botella entera pero eso era poco comparado con lo que bebía normalmente. Se estaba acomodando sobre el sofá analizando el panorama que todo se veía normal, un club de noche llena de gente disfrutando y bebiendo, gente que iba a lo que normalmente se hacían en las habitaciones rentables, etc. Todo fluía de maravilla, a pesar de sentirse solo pues su hermano desapareció abruptamente, de un momento a otro saco su teléfono intentando llamarlo pero el menor jamás contestó bufo guardando su teléfono en el bolsillo de su saco a la altura de su pecho.

Transcurrían las horas y poco a poco finalmente comenzó a sentir su sistema diferente, estiro su espalda por el reposo del sofá donde aún se encontraba situado estirando sus piernas y cuello colocándose cómodo, no se preocupaba pues era el jefe y podía estar ahí sin ser molestado. Saco nuevamente su teléfono mirando con dificultad la pantalla pues a pesar del poco brillo del dispositivo aun le molestaba comparado a la oscuridad que estaba adaptado del club, desplazaba la pantalla suavemente por cada uno de sus contactos pues la mayoría ni recordaba de quien se tratara eran personas que solo obtuvo noches de placer y jamás volvía a saber de ellos o ellas. Gruñó nuevamente no teniendo a quien llamar, no planeaba involucrarse con alguien que ya comprobó si valía la pena o no en su cama que la mayoría eran decepciones, continuo rebuscando hasta que miro el contacto de kakucho pensó por un largo momento.

"Tenemos tiempo de beber algo" Pensó en su cabeza nada clara, ya comenzaba a sentirse mareado no pensó mucho y lo llamó.

[...]

- ran creo que deberías de parar - el pelinegro miraba atónito las casi 7 botellas de alcohol terminadas en la mesa, y de esas botellas aún mantenía su trago intacto de vodka en el vaso bajo de cristal.

- ¿de que hablas? Apenas estoy iniciando - respondió sonriente recostado sobre la mesa, con un tono arrastrado y ligero como un borracho, su cabello despeinado y mejillas ligeramente rojas - hubieras visto en el cumpleaños de rin, casi acabo con la tienda de licorería -.

- no lo dudo, me preocupo por tu sistema debe ser un asco - el alfa gruñó alejando la botella que estaba a la mitad del otro alfa quien ni cuenta se dio por estar recostado entre sus brazos. Kakucho dio un sorbo a su vaso, trago lentamente para sentir aquel característico ardor en su garganta. Miró a un mesero que iba pasando indicándole que se acercara para después señalar las botellas vacías, que se encargo de llevarse con otro de sus compañeros, no parecían estar sorprendidos. - ran...uh - detuvo su hablar cuando miro que el alfa contrario ya se encontraba con una linda omega pelinegra.

Continuo bebiendo el resto de su trago, a diferencia del mayor ya comenzaba a sentir los efectos de alcohol en su sistema, no era de beber así que al beber vodka puro, claramente se sentiría más fuerte los efectos. Miraba a su alrededor viendo montones de personas irse y llegar, la música no era tan fuerte en el área privilegiada donde se encontraban que a comparación del área general que hasta se podía sentir las vibraciones de la música y se agradecía de estar ahí, odiaba los lugares tan ruidosos y concurridos. Se acomodo en su lugar recargando su cabeza en el sofá cerrando sus ojos para relajarse, ya se había comprometido con el haitani así que se divertirá como el quisiera: beber un poco y escuchar la música de fondo.

𝔢𝔰𝔠𝔬𝔫𝔡𝔦𝔡𝔞𝔰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora