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Rindou se encontraba en su oficina arreglando algunos papeles entre carpetas acerca de alguna estados de cuenta o registros de las inversiones de su club nocturno ya que esa era su parte de aportes al labor, ran se encargaba personalmente del lugar mientras rindou asesorará todo el movimiento desde la oficina, mordió el interior de su mejilla rebuscando entre los archivos de video, de las camaras de seguridad del establecimiento dirigiendose a la fecha de los hechos, apretósus labios en cuando hizo clic en el video reproduciendo este en camara rápida, no veían nada fuera de lo comúngente entrando y saliendo conforme avanzaba diviso su propia figura saliendo, sintió vergüenza y continuo apesar de ello pocos momentos bastaron para que un grupo de 4 alfas salieran apresurados y segundos después sanzu salió a la defensiva golpdando a los primeros dos de ellos, dejando uno incosiente y los otros dos aun en pie se lanzaron sobre él, no podia creer aquella escena era violenta, el video corrió otros segundos mas y ahi fue donde sanzu finalmente tuvo sometidos a cuatro a alfas con su pistola intercambiando palabras hasta que aquellos salieron corriendo despavoridos, rindou sintió su estomago revolverse y una extraña sensación en todo su cuerpo. Pero también se encontraba fastidiado pues al recordar lo ocurrido con el alfa no había vuelto a dirigirse la palabra, más que nada por orgullo suyo. Moría de vergüenza haber accedido de nuevo y tan fácil con sanzu ¿Cómo es que su omega se derretía ante él? Le molestaba hasta la médula.

Se abrió la puerta dejando entrar a hajime con un folio en sus manos, rindou se recompuso en su lugar mirando como el alfa se sentaba enfrente de su oficina.

- Aquí están los ingresos de esta semana, son igual de buenos que la semana anterior - de alguna forma felicito el alfa extendiendo unos cuantos papeles sobre el escritorio hacia el mayor quien asintió tomándolos fingiendo leerlos - ¿te encuentras bien? -.

- ¿Por qué lo dices? - pregunto el mayor confundido retirando los papeles que impedían que se miraran sobre su rostro.

- bueno tu aroma es amargo, es muy extraño - el alfa volvió a tomar aire con su nariz tratando de descifrar el aroma del omega quien nervioso apretó sus manos sobre el escritorio.

- supongo que será el estrés - se defendió torpemente el haitani tratando de no tomarle importancia a su conversación aunque los nervios le comían por dentro. - ¿Tienes algo más que arreglar conmigo? -.

- no, creo que no por ahora - hajime se removió en su lugar avergonzado de haber puesto el ambiente incómodo - rindou, ¿Acaso finges ser un alfa? -.

- ¿Qué estupidez acabas de decir? - el mayor lo miró indignado, molesto aunque el contrario acabe de decir la verdad.

- bueno es que no es secreto en la organización que entre todos tu eres el único que realmente no podemos percibir realmente tu esencia - el menor se encogió de hombros. - rindou nos conocemos desde que tengo 14, cuando me pagaban por sus trabajos sucios, prometo no contar nada -.

- ¿mikey te envío? - pregunto tembloroso el pelimorado.

- si mikey me hubiese mandado a investigar...¿Crees que te vendría a preguntarte directamente? - pregunto con obviedad el alfa estirándose cerca de la orilla del escritorio al parecer emocionado por la confesión del contrario.

- bueno...koko es que- - el omega se vio interrumpido cuando la puerta fue abierta abruptamente, casi de una patada causando un leve susto en ambos individuos quienes rápidamente miraron a la entrada de la oficina donde sanzu estaba parado en el marco de la puerta.

- el es un beta ¿Contento? - respondió con fastidio el pelirosa.

- ¿Qué? Pero yo creí- - hajime se trago sus palabras cuando miro la intensidad de la mirada del recién llegado, no podía contradecir al mayor ejecutivo.

𝔢𝔰𝔠𝔬𝔫𝔡𝔦𝔡𝔞𝔰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora