- ¿quieres decir algo antes de morir? - se escuchaba la voz de mikey tan serena y tenebrosa, el hombre que tenía arrodillado frente a él empezó a balbucear rápidamente casi gritando, eso altero a mikey tanto que ni la pensó dos segundos y atravesó su cabeza con una bala.
El resto de los ejecutivos solo miraban serios la ejecución del tipo.
- y ahora bien, esto queda de lección, pero creo que no debo recordarles ¿verdad? No quiero ni mentirosos, ni traidores ‐ dijo con ese mismo tono sereno. - limpien este desastre, sanzu vamonos -.
El alfa asintió yendo detrás del peliblanco,
Rindou miraba seriamente como sanzu se alejaba, mientras su hermano comenzaba a seguir al resto del grupo para encargarse del cadáver.
[...]
Pasaron unas horas, sanzu regreso al lugar donde antes había sucedido tal atrocidad, solo para asegurarse de que todo hubiese quedado limpio. Noto que solo habían dos prendas en el lugar, dos sacos, uno del mayor de los haitani y el otro perteneciente rindou, los reconoció al instante por el olor. El de ran le molestaba pues al ser un alfa dominante igual que el, por naturaleza le causaba disgusto, pero el de rindou era distinto, no negaba que el olor del omega era delicioso, no era tan dulce como comúnmente era el de los omegas era ligeramente masculino y fresco, totalmente adictivo ahora no sabía cómo pero estaba olfateando aquella prenda cual sabueso, aspiraba cada vez más fuerte el aroma comenzando a sentirse extasiado. Se sentó en la única silla que se encontraba en aquel gran cuarto que solo era iluminado por un techo de vidrio. Mientras seguia inundado en aquel pedazo de prenda comenzaba a acariciar su creciente ereccion, repimiendo sus gruñido contra la prenda, comenzó a desabrochar su pantalón como todo un profesional bajando su bóxer para liberar su miembro comenzando a estimular toda la longitud de arriba abajo de forma lenta, suave tomando su tiempo para dejar su mente volar mientras seguia inundado de aquel exquisito aroma de rindou, imaginaba al omega junto a él ayudándolo con su problema, sintiendo su calidez bucal o sus finas manos ayudando a masturbar su chorreante falo. Los gemidos y respiraciones agitadas no se tardaron en manifestar, mientras movía su mano cada vez más rápido, arqueado su espalda por el placer y su otra mano apretaba dicha prenda que comenzó todo contra su rostro en unos cortos minutos se vino chorreando su mano y ciertas partes del suelo.
Quedo analizando lo que acababa de suceder. Entre respiraciones agitadas y jadeos volvió a guardar su miembro, y con toda malicia se limpio con el saco del mayor de los haitani, mientras lo hacía esbozaba una pequeña risa de malicia. Pero apenas iba terminando la puerta fue abierta de golpe, rápidamente se giro, era koko.
- muévete, tenemos problemas - dijo serio pero sanzu ni pareció importarle - apúrate, mikey nos quiere de nuevo- .
Eso bastó para que sanzu dejara su travesura para correr detrás de kokonoi.
[...]
Cuando entro al cuarto de reuniones rindou estaba sentado en el centro de la mesa, parecía ser profundamente interrogado. Sanzu temía lo peor.
- ¿Donde mierda te metiste? - regaño mikey, sanzu solo bajo su cabeza apenado y cuando noto que tenía el saco de rindou en una de sus manos, se golpeó mentalmente sintiendo su cara enrojecer. - levanta la cabeza, tenemos problemas serios. Secuestraron a Ran y Kakucho -.
Sanzu quedo perplejo, había sucedido tanto en los pocos minutos que hizo su fechoría. Cuando rindou lo miró su mirada cambió a una de asombro, pues noto su prenda en la mano del pelirosa, el omega en cubierto se levantó de su lugar aproximándose al pelirosa, lo que no se espero es que el contrario con tanta fuerza lo tomara del cuello de su camiseta hasta estamparlo a la pared más cercana.
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𝔢𝔰𝔠𝔬𝔫𝔡𝔦𝔡𝔞𝔰
FanfictionDonde el destino no le da de las mejores de su suerte al menor de los haitani. ¿Por qué el destino es tan extraño? • Rindou: Omega. • Sanzu: Alfa.