3

867 40 10
                                    

El sol apuntaba directo a su rostro, gruñó molesto cubriéndose con la sabana tratando de ignorarlo.

"¿desde cuando el sol entra por mi ventana?"

El pelirosa se preguntó mentalmente analizando la situación, pues su habitación era normalmente oscura, se levanto de golpe sentandose en la cama viendo apresurado todo su alrededor. Su mirada se detuvo cuando vio a otra persona a su lado, durmiendo plácidamente, lo miró detenidamente bastante confundido y enojado.

¿Qué mierda hacía en la misma cama con Rindou y ambos desnudos?

Empezó a aclarar su mente y todo volvió como el golpe más fuerte que ha recibido, solo pequeños fragmentos de la noche anterior donde veía al pelimorado abajo o arriba suyo, ellos besándose y claramente haciendo más cosas que refería no recordar. Golpeó su frente contra sus manos repetidas veces.

"mierda, mierda, mierda. Mikey va a matarme"

Se levanto apresurado buscando sus prendas que estaban exparsidas por todo el departamento, cuando finalmente se terminó de vestir levantó su mirada encontrándose a un Rindou en bata y un arma en su mano.

Por primera vez se sintió intimidado por el menor de los haitani.

- tu no vas a decir nada - el omega lo miraba fijamente mientras levantaba el arma lentamente hacia el pelirosa quien seguía en su lugar viéndolo serio.

- si me matas también estarás sentenciado -

- eso crees, la única diferencia es que mikey ya no tendrá su...perro - dijo sonriente al ver como sanzu empezaba a notar su molestia apretando los puños - mi hermano y yo podríamos huir fácilmente, así que esto es lo que sucederá. Tu no dirás nada y yo no te mataré -

Sanzu se quedó pensando un momento, pues sabía que si decía la verdad claramente mikey se decepcionaria más de él.

¿Qué otra opción le quedaba? Ya se había puesto la soga al cuello en cuanto se acostó con Rindou, siendo parte de su mentira.

(...)

Sorprendentemente ese mismo día el celo de rindou se detuvo y todo pareció volver a la normalidad. Ran ya le había entregado los suspersorios para ocultar su aroma y los ingerio mientras se preparaba para ir a dar la cara con Mikey.

Aunque lo que más le molestaba era ver a Sanzu.

Se imagino con cualquiera menos con ese lunático desquiciado.

Estaba molesto.

Más tarde...

Se había arrepentido de ir, pues recibió un buen golpe de parte de Mikey y encima lo había puesto a limpiar cualquier minima cosa del edificio, se lo merecía por sus descuidos, pero aun así el dolor en sus caderas y espalda eran de más.

Se detuvo a descansar.

- ten, te vez muy sediento - la voz de su hermano se hizo presente en la pequeña bodega donde él menor se encontraba mientras le extendía una botella de agua.

- gracias - la tomó con una mano mientras con la otra se encargaba de abrir la botella de plástico, una vez hecho su labor comenzó a beberla.

- hay algo que no me cuadra, se supone que esos suspersorios ocultan tu aroma pero sanzu dijo que puede percibirlo...- decía un Ran pensativo.

Rindou detuvo sus acciones viendo a su hermano quien tenía la mirada clavada en el suelo.

- aunque lo mejor es que tu celo se detuvo de repente, tal vez fue una alteración de tus feromonas o algo por- -

𝔢𝔰𝔠𝔬𝔫𝔡𝔦𝔡𝔞𝔰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora