God Of Desert |• Moon Knight •|

Capitulo Tres: Arthur Harrow

Cuando abrió los ojos y recuperó la conciencia ya no tenía su traje y estaba sentada a un lado de Steven, con las manos esposadas. Pero ella no vio al hombre a su lado, en lo primero que pensó fue en el escarabajo. Y escuchó la voz de Seth.

—Te gusta el inepto —dijo como si estuviera decepcionado— Te dejo pasar que te guste Marc— siguió hablando, esta vez con repulsión— ¿¡Pero él!?—

- Tu no tienes nada...nada de que opinar ni exigirme sobre mi vida amorosa, Seth. Como yo así tampoco cuestiono tus decisiones con tu hermana, mejor guarda silencio -atacó la chica mientras giraba su cabeza y veía como Steven fruncía el ceño.

El Dios gruñó y desapareció de la mente de Kamilah, dándole paz mental a la chica.

Pero tenía razón, según la mitología, Seth, Osiris, Isis y Nephthys eran hermanos, cosa que Seth y Nephthys terminaron convirtiéndose en esposos, así como Osiris e Isis también. Así que el dios no tenía nada de que reclamarle a su avatar sobre su vida amorosa.

Estaban en completo silencio con Steven, solo ellos dos en una camioneta, no estaban los supuestos detectives de antes y Steven la miraba con el ceño fruncido.

- ¿A quien le hablabas? -preguntó Steven atento a lo que Kamilah hacía.

Kamilah cerró sus ojos y respiró profundamente.

- No quería decírtelo, porque tú no tienes nada que ver en esto y Marc, Marc es un idiota...-

- Espera...tu, ¿tú conoces a Marc? -

Kamilah asintió levemente.

De repente Steven hizo una mueca y se estremeció. Luego miró la ventana detrás de Kamilah, negó con la cabeza y habló.

- No. Vi lo que le hiciste a esa gente -miró hacia adelante.

Kamilah alzó una ceja, confundida. Pero pronto notó que hablaba con Marc.

- Yo eh...nunca volveré a cederte el control. Nunca, ¿Me oyes? -

Kamilah estiró ambos brazos hacia Steven, ya que por las esposas le era imposible mover solo uno. Y la posicionó sobre su pierna, llamando su atención.

- Te oigo alto y claro. Steven Grant de la tienda de regalos -se escuchó de repente una radio, haciéndolos saltar en sus respectivos lugares.

La puerta de la derecha se abrió, haciendo que Steven cayera hacia afuera del vehículo.

- ¡Steven! -exclamó Kamilah preocupada.

Un hombre de cabello largo, de extraña apariencia apareció frente a Steven, rodeándolo mientras hablaba.

- Oh, dios -murmuró Steven al verle la cara.

Steven ya lo conocía. De eso estaba segura Kamilah.

- Lamento haberlos hecho esperar -se agachó a un lado de Steven mientras dirigía su mirada hacia Kamilah- Solo necesitábamos una oportunidad, para entender mejor su situación -le sonrió a Kamilah y giró a ver a alguien detrás de él- ¿Tienes las llaves? -

Le proporcionaron lo que pedía, mientras Kamilah bajaba insegura, mirándolos a todos y esquivando a Steven. No quería pisarlo.

- Te quitaremos las esposas. Eso es -Lo ayudó a levantarse.

Después le dió las llaves a la mujer, era la supuesta detective. Algo no le cuadraba dentro de todo esto.
La mujer le quitó las esposas a Kamilah y ella rápidamente se tocó los bolsillos, atenta a qué nadie lo notara, sintiendo el bulto del escarabajo bajo su ropa y suspiró con alivio.