Capítulo 10

1.1K 73 0
                                    

Al día siguiente al rededor del medio día, habían llegado a Green Lake, Alice dormía y Benedict la despertó.
Benedict: hemos llegado, la casa está unos kilómetros más adelante.
Alice: es hermoso.
Green lake era un campo repleto de flores y árboles frutales, los campesinos de allí se dedicaban a la exportación de frutas y flores a las grandes ciudades, poseía bellos paisajes y allí nadie sabía que Benedict era el hijo de un Vizconde, allí solo era Benedict un hombre con una buena posición y fue por estas razones que decidió comprar una casa en este lejano lugar pues Benedict sentía afección por la pintura, cosa que se le daba muy bien, los coloridos paisajes de Green Lake lo inspiraban.
La casa de Benedict era acogedora pero no tan pequeña, rodeada de bastos jardines de flores y árboles frutales, y al lado vivían los Montgomery, una pareja mayor que se encargaba del cuidado de la casa, Benedict muchas veces les pidió que se mudaran a la casa principal pero estos preferían vivir en esta pequeña casa que se desprendía de la otra, claro que en el día se la pasaban haciendo quehaceres en la casa grande.
Alice se quedo perpleja cuando vio tal hermosura, había viajado a muchos países pero sin duda no había visto una casa tan acogedora como esta.
Alice: creo que me he enamorado.
Benedict: que ya no estabas enamorada de mi.
Alice lo golpeó con el codo.
Alice: tonto.
Benedict sonrió.
Benedict: me alegro que te gustará.
Alice: gustarme, me ha maravillado.
Alice salió muy emocionada y en la puerta los esperaban los señores Montgomery.
Sra Montgomery: es un placer verle de Nuevo señor Benedict, su madre nos ha avisado que venia con su prometida, también me dijo que era una situación delicada así que no haré preguntas...
Sr Montgomery: querida tan directa como siempre. Es un placer Señor, Señorita estamos para servirle.
Alice hizo una reverencia.
Alice: gracias por recibirme. No soy su prom....
Benedict tomó a Alice de la mano para que hiciera silencio.
Benedict: me alegro mucho de verlos.
SRA Montgomery: es muy hermosa su prometida Señor Benedict, estoy segura que tendrán hijos igual de hermosos.
Alice se sonrojo y Benedict se infló con orgullo, por un momento se estaban olvidando de la realidad.
Sra Montgomery: los otros trabajadores hoy ya se han ido, pero usualmente se van cuando cae la tarde, si necesitan algo no duden en pedírmelo.
Sr Montgomery: vamos adentro, la comida se va a enfría.
Benedict: ha preparado comida?
Sra Montgomery: Claro que si y las galletas que tanto le gustan. Hemos arreglado la habitación continua a la suya para la Señorita, por cierto cual es su nombre.
Alice: Alice Archer.
Alice opto por omitir el apellido de su padre.
Sr Montgomery: es un hermoso nombre, digno de usted.
Pasaron a la casa y luego de comer Alice subió a la habitación que le habían preparado, era fresca y con un pequeño balcón de que daba a los jardines y Benedict entró.
Benedict: espero que te guste, no dudes en llamarme a cualquier hora si necesitas algo.
Alice: gracias.
Benedict: tengo algo que quiero mostrarte, ven.
Alice lo siguió con un poco de nervios  y este le mostró las pinturas que había hecho en su habitación.
Benedict: aquí es donde vengo a pintar, nadie en mi familia lo sabe.
Alice se quedo fascinada con los cuadros de cada uno de sus hermanos, su madre, la casa principal de los Bridgerton entre otros.
Alice: son impresionantes, sus colores, sombras, son perfectos. Estas seguro que haz aprendido por ti solo.
Benedict: si bueno me ha costado mucho, antes no era bueno.
Alice: debes enseñarme.
Benedict: pero si eres muy buena.
Alice: no importa, quiero mejorar.
Benedict: debes estar cansada por el viaje, le dire a la Sra Montgomery que te prepare el baño para que luego descanses y mañana daremos un paseo.
Alice así lo hizo tomó un baño y luego se recostó en la cómoda cama de tibias sábanas, su cansancio emocional y corporal era tan grande que se quedó dormida inmediatamente. En la mañana siguiente una empleada entró a la habitación a prepararle el baño y luego bajo a desayunar, Benedict la esperaba.
Benedict: Buenos días, te vez muy bien.
Alice: Buenos días, la verdad dormí muy bien, no sabía que ponerme pero agradezco no estar en la ciudad rodeada de aristócratas, esta ropa es muy cómoda y fresca.
Ambos llevaban ropas menos extravagantes pues se encontraban en el campo y no había necesidad de usar vestidos ni joyas lujosas.
Alice llevaba una falda larga apretada en su cintura y una blusa holgada mangas largas por dentro de la falda y Benedict llevaba un pantalón como siempre con sus botas pero solo con una camisa blanca un poco suelta.
Alice: mi madre me dijo que esta ropa era buena para usar en el campo.
Benedict extendió su mano a la de ella.
Benedict: esto parece un sueño.
Alice sonrió y bajo la mirada.
Alice: un sueño...
Benedict: bien, vamos, hoy te mostrare los alrededores, ya están listos los caballos.
Alice se levantó muy emocionada y toda la mañana se la pasaron cabalgando en los terrenos de la casa, Benedict observaba un poco desde atrás a Alice sonriendo y pensó que debía proteger esa sonrisa cueste lo que cueste, esa sonrisa que le daba color a su vida desde que llegó a ella.
Alice: descansamos un poco.
Benedict se dirigió hacía un gran roble y se sentaron debajo de su sombra mientras la brisa los acariciaba.
Alice: es muy hermoso y agradable, que te motivo de comprar un lugar como este ?
Benedict: bueno pues vi la casa y sus terrenos y me enamore, sentía como crecia en mi la inspiración cada vez que estaba aquí, vengo aquí a pintar y a olvidarme de la ciudad.
Alice: entonces vienes a escaparte del mundo.
Benedict: podría decirse.
Observarla tan cerca fue encendiendo en Benedict el deseo de tomarla, se había contenido todo este tiempo, era una dama y debía respetarla pero se le hacia muy difícil, la deseaba y la amaba, aun así solo se limitó a apretar su mano, sabía que estaba pasando por una situación difícil y no sabía cómo esta reaccionaría.
De un momento a otro comenzó a llover   pero en vez de salir corriendo Alice comenzó a bailar bajo la lluvia y Benedict la siguió, hasta que la brisa comenzó a ponerse y fría y Benedict a estornudar entonces se fueron.
Benedict: eso fue muy divertido (estornudo).
Alice: lo siento, espero que no te resfries.
Por otra parte de Mayfield, Simón desesperado pensaba en alguna solución en su despacho y Daphne entró.
Daphne: Simón tu madre dice que la comida ya esta lista y nos espera.
Simón: no tengo hambre.
Daphne: Bueno no me iré hasta que me acompañes.
Simón: eres tan terca como mi madre y Alice, estoy rodeado de mujeres tercas.
Daphne sonrió.

- El final de la temporada ha llegado, es tiempo de que esta autora se despida hasta el año siguiente aunque si hay algún evento que merezca mi opinión pueden estar seguros que sabrán de mi nuevamente...

Lady Wistheldown.

Solo una MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora