Capítulo 14

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En el jardín trasero Bridgessett se había construido un kiosko y se había adornado con muebles y un pequeño juego para el Té, pues Benedict sabía cuanto le gustaba a su esposa estar al aire libre aunque su favorito era el Jardín de en frente, el que poseía aquellos duraznos que aún sin florecer Alice admiraba, Benedict descubrió que una habitación daba directamente hacia   este jardín asi que decidió convertirlo en un estudio de pintura y mientras Alice se pasaba alli todas las mañana tomando café, Benedict se insparaba para pintar.
Esa mañana noto a su esposa un poco disgustada mientras leía la hoja de cotilleo de Lady Wistheldown en el nuevo espacio de Benedict.
Benedict: sucede algo?
Pregunto mientras acomodaba unas acuarelas en el estante.
Alice: no haz leído la hoja ?
Benedict: la de Lady Wistheldown dices ?
Alice: a caso hay otra hoja ?
Benedict: no que yo lo sepa, que sucede ?
Alice: es que me ha llamado gorda. Es cierto que nunca he sido tan tan delgada pues mi cadera y muslos no ayudan pero siempre he gozado de plano abdomen.
Benedict: siendo una de las favoritas de Lady Wistheldown dudo que te haya llamado gorda.
Alice: pues dijo que me veo más "rellenita".
Benedict se echo a reír cuando ella dijo esto con un gesto muy gracioso se acercó a ella la abrazo y beso.
Benedict: no importa amor, seguro que lo dijo refiriéndose al embarazo pues yo no he notado ningún cambio en tú peso, además tienes un marido muy fuerte podre seguir cargandote aun cuando peses 100 libras más.
Alice enrollo la hoja y le pego en la cabeza.
Alice: a caso crees que quiero pesar 100 libras más. Aunque es bueno saberlo.
Benedict iba cada 3 días a la Academia de pintura, luego de 3 meses de estar allí   y unos visitantes del museo de Londres se interesaron en sus pinturas y le pidieron que les mostrará más, así fue como Benedict los llevo a casa a su estudio de pinturas, desde que entraron 0bservaron el cuadro enorme que había de Alice adornando la pared principal de la sala y quedaron perplejos, al pasar había un cuadro enorme tapado con una manta.
Marco: Sr Bridgerton puede mostrarnos esta pieza.
Benedict: aún no está terminado.
Sebastian: aún así Sr Bridgerton la curiosidad nos está matando.
Benedict quito las mantas del cuadro y se quedaron boquiabiertos.
Marco: es Majestuoso, esplendoroso.
Sebastian: sin duda tiene usted un don especial Sr Bridgerton. Yo por mi parte lo veo finalizado.
El cuadro era de una ventana y a través de esta había una mujer de largo cabello recogido a la mitad observando flores de Duraznos en un jardín. Se trataba de la imagen que Benedict veía cada mañana de su esposa. Y no es que esto fuera una obra del otro mundo, si no que en ella se reflejaban los sentimientos  de Benedict, los sentimientos con los que pinto el cuadro. Transmitía calidez, amor, protección, Benevolencia...
Marco: no puedo expresar lo atrapado que me siento al observar esta escena, puedo sentir su calidez.
Sebastian: esto es lo que estamos buscando, estoy seguro que vendrán muchas personas al Museo en Londres solo para ver esta pintura, será usted famoso  Sr Bridgerton.
Benedict se mostraba un poco inseguro.
Marco: debe vendernosla, le pagaremos muy bien. 
Benedict: no es... quisiera preguntar la opinión a mi esposa.
Ambos hombres se miraron sorprendidos pues no era normal escuchar que alguien tomaba en cuenta la opción de las mujeres.
Sebastian: su esposa ? Si es una mujer cuya opinión merece ser escuchada...
Benedict dijo a Helena que llamara a Alice al estudio, al verla entrar inmediatamente los hombres se dieron cuenta que se trataba de la mujer de la pintura.
Benedict: Alice querida, estos señores son del museo Nacional de Londres, están interesados en comprar tu pintura.
Alice hizo una reverencia ante ambos.
Marco: le decíamos a su esposo que la compraremos a un buen precio 35 mil libras.
Alice: de verdad es un buen precio, pero que les parece si la dejamos en 25 mil y contrato por el cual le cedan una galería a mi esposo para mostrar sus obras una o dos veces por año, estoy segura que vendrán muchas personas a verlo.
Sebastian: sin duda es una persona que merece atención, es usted muy sabia Señora Bridgerton.
Benedict se enorgullecio de que reconocieran la inteligencia y capacidad para negocios de su esposa.
Marco: bien, entonces tenemos un trato.
Luego de esto de esto vino la fama para Benedict Bridgerton,  todos los de la alta Sociedad de Mayfield querían tener un cuadro de Benedict colgado en su pared, ya fuera un retrato o un paisaje.

Cuan dichoso era Benedict, la vida le estaba sonriendo de todas las maneras posibles, había triunfado en el amor y luego como un gran artista. Unos meses después Benedict se encontraba con sus hermanos en Bridgerton House cuando entró Simón Rápidamente avisándole que su esposa había entrado en labor de parto, Benedict palidecio.
Benedict: pero aun faltan unas semanas.
Simón: el doctor está allá pero esa terca se reusa a recostarse hasta que llegues.
Benedict salió corriendo y los demás con él, y todos en la casa Bridgerton se lanzaron a correr por las calles de de Mayfield pues era más fácil  ir a pie que en coche.
Benedict entró corriendo a la habitación  y abrazo a su esposa quien se encontraba envuelta en sudor.
Benedict: amor debes recostarse.
Elle se le.prendio del cuello y le susurro.
Alice: tengo miedo.
Benedict: no debes tenerlo, estoy aquí y pronto lo estará nuestro bebe.
Eloise ayudaba en el parto y una media hora después había nacido el segundo nieto de las familia Bridgerton- Bassett, llamado Edward, y sin duda este era un bebé Bridgerton Bassett obtuvo el cabello Bridgerton y los ojos Azul profundo Bassett, ni si quiera su madre tenía esos ojos, unos años después a la familia se le unieron las pequeñas mellizas Violet y Rose, como era obvio los nombres eran en honor a sus madres, estas eran tremendas se parecían mucho en la forma de ser de sus tíos Colin y Hyacynt, Aunque Rose se parecía físicamente más a los Bridgerton y Violet a los Bassett, que ironía.
Alice cada día agradecía por su maravillosa vida, su maravilloso esposo y sus maravillosos hijos, no podía pedir nada más, sin contar la alegría de que podía ayudar a Benedict con sus pinturas y también hacer las suyas propias. Todos los días eran felices y nada aburridos, sus familias eran muy unidas y siempre hacían actividades todos juntos.

- Queridos Lords y Ladies estoy muy emocionada de informar que el Señor Benedict Bridgerton presentará sus pinturas en una galería del museo Nacional de Londres como cada año y si aún no tienen un Benedict Bridgerton colgado en una de sus paredes está es la oportunidad perfecta para hacerse de uno... Debo advertir a los solteros, cuidado sobre poner los ojos en la flamante esposa del pintor pues no queremos que suceda lo del año pasado en la casa Fetherintong cuando el imprudente Vizconde de Court la confundió con una de las jovencitas que debutaban en la temporada tirandole del brazo para que bailará con el, como todo esposo  Benedict Marco su territorio con un puñetazo en la cara del muchacho, si bien he visto parejas enamoradas pero estos dos tenían algo especial, y siempre que los veo bailar juntos mi mente se remonta a aquel baile donde los vi por primera vez. Estoy segura que son el prospecto de pareja de las jovencitas de hoy día y porque no de los hombres también.
Nos reencontramos otro día querido lector.
Lady Wistheldown.

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