"A ti, si te voy a hacer el amor. Justo ahora."
Quise gritar. ¿Quién era este pervertido y donde estaba mi Sasuke? El Sasuke que yo esperaba era romántico y querría tener antes que nada una relación sana. Y con sana me refiero, por supuesto a tener una maldita cita ¿En qué demonios estaba pensando este tonto azabache? No es como si yo fuera una fresca que se deja tocar así sin más, hmp.
Recordé ciertos acontecimientos pasados y me di cuenta de algo. A decir verdad, era normal que Sasuke hubiera sacado alguna que otra conclusión extraña. Más que nada porque en un par de ocasiones le pedí que lo hiciera pero ahora, llegado el momento, sentía un nerviosismo que no era normal.
El sonido del teléfono de Sasuke timbreó. Suspiré aliviada, al menos estaba salvada durante unos instantes. Momentos en los que podría pensar en esto y en que todo saldría bien.
—¿Qué pasa, mamá? —preguntó Sasuke ¡Era Mikoto! ¿Cómo podía él preguntarle de ese modo tan indiferente que qué pasaba? ¡Acababa de decirme que me iba a hacer el amor!— Si. Ya me he enterado. Atacaron la casa estando Sakura en ella —escuché una fuerte voz— Si, tranquila, ella está bien. ¿Qué te la pase? —me miró enarcando una ceja y asentí firmemente— De acuerdo.
Tomé el teléfono y me lo coloqué en la oreja. Grandiosa Mikoto. Seguro que a Sasuke se le bajó el hinchazón de inmediato al escucharla. Sonreí y suspiré.
—Hola Mikoto —Me bombardeó a preguntas, lo cierto es que no escuché ninguna— Cálmate, por favor, estoy bien. Golpeé con la vara de la chimenea a uno de ellos y salí corriendo. Por suerte Sasuke me encontró en la calle mientras corría.
—¿Entónces no tienes nada? —preguntó ella— Fugaku y yo vinimos corriendo, ya estamos en casa ¿dónde estais?
—En Shibuya, en un hotel —Sasuke abrió los ojos como platos y se dio un golpe en la cabeza. Tal vez debí ahorrarme eso— Mmm, el caso es que estamos bien.
—El tío Madara está aquí —agh, ¿en serio? ¡Maldita sea!— Un vecino llamó diciendo que había visto algo sospechoso así que necesitan que vengas para dar testimonio de lo ocurrido.
—De acuerdo.
Me despedí de ella y miré a un malhumorado Sasuke. Se estaba poniendo la cazadora, habría imaginado porque llamaba. Me encogí de hombros y puse una sonrisa torcida en señal de disculpa, tendría que ser en otro momento.
Por ahora enfrentaría al tío Madara y a su terrible menstruación permanente, a pesar de que él, por razones obvias, no pudiera tenerla..
.
.La intimidante mirada de Madara Uchiha me dejó patidifusa. Era muy difícil contestar cuando tenías ante ti a una persona tan fría como esa haciéndote preguntas sin parar. Suspiré irritada.
Para Fugaku Madara era alguien importante. Era por eso que nunca le había cantado las cuarenta pero verdaderamente ese hombre debía dar unas clases de cómo relacionarse con jovencitos. La gente no sabría que pensar de él.—¿Cuál era su aspecto? —preguntó él mirándome con sus profundos ojos negros.
—Puedo decirte nombres —respondí intentando mantener mi mirada fija en sus dos pozos. Imposible. Definitivamente ese hombre era de hielo— Solo si quieres.
—Si sabes quién ha sido simplemente dilo. No me hagas perder el tiempo —Quise golpearle con todas mis fuerzas. Ese hombre era terrible.
—Tío, creo que estás siendo muy brusco con ella. Sakura acaba de pasar por una mala experiencia —dijo Sasuke con seriedad— Además, esto es un jodido ajuste de cuentas. Es solo eso.
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Yo no soy tu hermana
Fiksi PenggemarDe pequeña Sakura fue acogida por los Uchiha tras la muerte de sus padres. Desde el principio la chico solo miro a Sasuke pero este solo la vio como su hermanita pequeña. ¿Que pasara un día en el que la chica llegue completamente ebria a su casa?