SAGA:
ALIZAH Y LOS GUARDIANES DEL CAOS
¿Qué harías si descubres que entre las sombras se libra una batalla por el destino de los humanos?
Un humano común no podría pelear contra amenazas sobrenaturales. Pero el mundo los tiene a ellos, personas que...
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—Es... es él...— Alizah murmuró muy asustada viendo al que se acercaba —Él me perseguía... y en mis sueños...
—¿Lo conoces?— volteó a verla Selene poniendose en frente para cubrirla con un brazo.
—Vete de aquí— le dijo Chace, quien volvió a colocarse frente a ellas para cubrirlas.
Alizah asintió mordiendo su labio inferior por los nervios, el chico comenzaba a acercarse más. Seguía vistiendo por completo de negro, era alto, mucho mas que los tres, Alizah suponía que casi llegaba a medir 1.80 m., su piel blanca y pálida contrastaba perfectamente con su cabello negro con mechas azuladas, pero lo mas aterrador eran sus ojos celestes, que parecían resplandecer por si solos como un par de linternas.
—¿Querían saber por qué Alizah es importante?— su voz incluso sonaba siniestra, con el acento marcando la "r" tal como Alizah lo recordaba, el chico se detuvo a unos pocos metros frente a ellos.
—¿Tú que puedes saber?— le retó Selene sin dejar que el miedo la dominara.
—Claro que lo sé— declaró el chico con una sonrisa de superioridad —ella es la gran oráculo de Delfos. Que conoce el pasado, lee el presente y presagia el futuro.
—Demonios...— murmuró Selene entre dientes.
—Asi que, háganse a un lado— el chico levanto su mentón con superioridad, puso sus manos en su espalda —ella me pertenece ahora.
—¡No lo haremos!— Selene dio vuelta a la hoja leyendo las instrucciones que estaban escritas.
Sus manos desprendían la energia púrpura nuevamente, siguió las instrucciones evocando un nuevo hechizo que esperaba pudiera salirle bien, era de las pocas cosas que sabia hacer, no podía permitirse perder cuando apenas encontraba un grupo.
—Etnasesni onreifni— pronunció con firmeza, las llamas que estaban detrás de Dean tomaron un intenso color purpura, se alzaban entre los escombros y comenzaban a rodearlo creando un muro igneo que esperaba no pudiera pasar.
—Es hora de correr.— Chace tomó de la mano a ambas y comenzó a alejarse de ahi.
Escucharon vagamente la voz del chico decir algo y lo siguiente que vieron fue que un libro llegó volando hacia ellos y chocaba con el pavimento. Todo parecía parar ahi, pero luego el libro se prendió en llamas de color azul y dientes afilados le salieron de los bordes de la portada, comenzó a flotar y se lanzó hacia Alizah.
La chica gritó al ver que se acercaba y dio un paso hacia atrás dejando que el libro cayera al suelo para darle una patada y lanzarlo lejos.
—Estuvo cerca...— murmuró algo mas tranquila, Chace tocó su hombro señalando atrás de ellos.
Cientos de libros similares, rodeados de fuego azul y con afilados dientes, se alzaban de entre los escombros de la biblioteca para lanzarse hacia ellos para atacarlos
