SAGA:
ALIZAH Y LOS GUARDIANES DEL CAOS
¿Qué harías si descubres que entre las sombras se libra una batalla por el destino de los humanos?
Un humano común no podría pelear contra amenazas sobrenaturales. Pero el mundo los tiene a ellos, personas que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chace recibió un fuerte golpe que lo lanzó hacia una pared, Dean había llenado todo de fuego dañando a los soldados que ya habían desaparecido, tenía varias heridas y la ropa hecha jirones pero Dean aun se mantenía intacto, como si no hubiera realizado ningún esfuerzo en aquela pelea.
—¿Cuanto mas piensas esforzarte Chace?— Dean le miró con un aire de superioridad y suspiró negando con la cabeza.
—N-no... no intenté todo aun— Chace intentaba levantarse, recuperando el aliento por el golpe.
—¿Quieres saber porque nos persiguieron?— le dijo el chico sacando una carta de su bolsillo —Alizah no te lo dijo estoy seguro.
—¿Qué mas da eso?— Chace se puso en guardia mirándole con el ceño fruncido.
—Un atentado en New York, que ellos mismos causaron— Dean tiró la carta frente a Chace que mostraba la órden de aquel entonces —Ellos crearon la excusa para exterminarlos y aun asi defienden los guardianes del caos ¡Tú y Selene deberían entenderme!
—¡Yo no lo hago por ellos!— Chace volvió a avanzar intentando apuñalarlo pero Dean evadía facilmente las estocadas del cuerpo lastimado de Chace —Solo lo hago por ellas, estuve solo mucho tiempo, no dejaré que las lastimes ¿oiste bien? Nadie que aprecie saldra herido.
—Eres igual a tu padre...— Dean no pudo seguir ya que una roca controlada por Chace le golpeó en el pecho.
—¡Ya cállate!— le dijo Chace.
—Fue suficiente— Dean extendió su mano y lanzó una bola de fuego hacia él.
Chace tocó la tierra y una gran roca salió del suelo cubriéndolo, pero la onda de choque de la explosión lo mando a rodas varios metros, mientras Dean flotaba en el aire siendo sujetado por su magia azul y comenzo a alejarse del pasillo rápidamente.
—¡No te escaparás!— Chace guardó la espada en su vaina y tocó el suelo una vez mas.
Una grieta comenzó a avanzar alrededor de él y ese pedazo de tierra se levantó en el aire como si fuera una tabla flotante y se movió rápidamente siguiendo a Dean en el aire.
Ambos subieron por el gran agujero en la sala de Nyx para llegar a la superficie, allí Chace notó en un extremo a Isabela sosteniendo su arco con una flecha dorada junto a Alizah y Selene.
Lo siguiente pasó para él en cámara lenta.
Dean se había impulsado con su daga, estaba seguro que llegaría a apuñalar a alguna con el suficiente tiempo, desvío la mirada viendo la sombra que proyectaba sobre la roca en la que estaba, era su única oportunidad. Cerró los ojos concentrándose en la sombra para ver si podía hacerlo con sus escasas fuerzas.
Esperaba no llegar a China.
Al abrir los ojos parecio haber viajafo por las sombras ya que apareció frente a Isabela y atrapó a Dean en el aire, la daga del chico se clavó en su abdomen y cayeron a un costado.
