Capítulo 22

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—¡Ni creas que me voy a rendir!— Chace decapitó a la última Arai que pareció ser absorvida por la hoja de la espada.

—Mala idea usar espíritus contra un miembro de la órden de Hades— Dean estiró su cuello y estiró ambos brazos, en sus manos aparecieron dos espadas cortas y muy delgadas, casi parecían dagas. —Pero sólo fue un golpe de suerte.

Avanzó hacia Chace dando grandes pasos y entonces el metal chocó, las dagas golpearon la espada de Chace creando una onda expansiva, los dos retrocedieron un poco y siguiendo en su enfrentamiento, Chace intentaba avanzar con su espada para herir a Dean, pero este último tenía una sólida defensa usando ambas dagas para desviar los ataques, aun asi intentó alejarlo lo mas que podía de las chicas detrás de él.

—No importa si me detienen, Nyx despertará de todas formas— Dean atrapó la espada entre sus dagas y le dio una patada a Chace —Ustedes son inexpertos ¡No me ganarán!

—Realizar las invocaciones... y el hechizo para despertar a Nyx... debió consumirte mucha energía— Chace se levantó luego de la patada.

Su mente intentaba analizar todas las opciones que tenía y lo poco que había podido aprender acerca de ese mundo. Tenía en claro incluso reglas que conocía en historias que leyó, ningún poder era gratis y todo tenía un costo, Dean debía estar sin energía o casi sin ella, sería cuestión de tiempo para poder superarlo considerando que hace menos de 5 minutos dio un sorbo al poco nectar que tenía guardado y sus reservas de enegia estaban al tope.

—Si lo hizo, pero aun tengo la suficiente para pelear contigo.

Dean lanzó una de sus dagas al suelo y este comenzó a agrietarse, varios fragmentos comenzaban a levantarse y algunos caían. Esa gran sala comenzó a desmoronarse lentamente las paredes se llenaban de grietas y  techo elevado comenzaba a dejar caer pequeñas rocas.

—Elije Chace... o yo... o salvarlas.

Chace volteó su rostro viendo que Isabela estaba en el suelo igual que Selene, ninguna parecía poder moverse y se habían quedado quietas. Dean comenzó a flotar en el aire abriéndose paso en el techo para querer salir a la superficie.

»La espada...— le murmuró a Chace la misma voz de antes —llama a los muertos, llamalos Chace...

—Puedo con ambos...— afirmó Chace cerrando los ojos, escuchando una voz muy despacio en su cabeza.

Las grietas dejaron de extenderse pero no parecía poder contenerlas durante mucho tiempo, varias rocas medianas flotaron alrededor de Chace que fueron dirigidas hacia Dean, estas lo rodeaban intentando golpearlo para evitar que escapara, sujetó su espada y corrió hacia donde estaba Selene.

—Son Arai Selene ¿cómo detienes sus maldiciones?— intentó hacer que la chica se levante pero seguía sintiendo un fuerte ardor en su cuerpo, como quemándose viva.

El Pacto de la Noche || Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora