Capitulo 17 - Hermanito.

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Zixuan estaba como loco, Weiying se había ido, le dejó a Jin Ling y se fue, no contestaba su teléfono y después de esa primera llamada Xichen dejó de contestarle, al igual que todos, tomó a Jin Ling no dejaba de preguntar por Weiying ni de llorar, fue a casa de Lan Zhan, Guangyao estaba intentando acabar con los rumores encontrando al culpable de esparcirlos.

Mo abrió la puerta – Mi esposo está enfadado contigo.

-    Eres mi hermano tienes que estar de mi lado.

-    No me hagan elegir bandós.

-    Mnh – dijo un Lan Zhan molesto mirándolo.

-    Todo es un malentendido, yo jamás le haría daño y esperaba que tú por lo menos si me creyeras.

-    Te creo – dijo Lan Zhan – pero Weiying no para de llorar.

-    Pues ya son dos – dijo dándole a Jin Ling – ¿puedes llevárselo?, estoy seguro que no me dejarán acercarme a la mansión de tu hermano.

-    ¿Qué pasó? - Pregunto Mo sirviéndole té, Lan Zhan se había llevado a Jin Ling.

-    Zixun es un idiota eso pasó.

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Lan Zhan llegó a casa de su hermano y Jiang Cheng lo miro con sospecha – solo traje a Jin Ling dice Zixuan que no para de llorar.

-    Pues no es el único, va a deshidratarse si sigue así.

-    ¿Comió?

-    No – dijo Xichen.

-    ¿Pueden subirnos algo? Comeré con el y Jin Ling, el lo hará comer.

Su hermano asintió, subió a la habitación y tocó la puerta – A-Ying ¿puedo pasar? Te traje algo.

-    Esta bien.

Lan Zhan entró, Weiying estaba pálido y tenía los ojos hinchados de tanto llorar aunque limpio su cara en un vano intento de no preocuparlo – A-Ling ven aquí.

-    ¿Estás triste? – dijo tocando su cara.

-    Estoy bien, te extrañe – dijo abrazándolo.

-    También extrañe.

-    ¿Lloraste mucho?– dijo limpiando la cara de su hijo.

-    No mucho, ¿tú?

-    Tampoco – dijo besando su cabecita, amaba ese aroma a bebé que desprendía.

Abrieron la puerta, Jiang Cheng estaba ahí, había hecho sopa – no me queda igual que la tuya, ni la de Yanli pero está buena.

-    Gracias A-Cheng.

Lan Zhan salió y los dejó comer, Jiang Cheng se encargaría de cuidarlo y sabía que la presencia de Jin Ling ayudaría a Weiying.

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Zixuan regresó al departamento de Weiying, esa casa olía a el, su cuarto en la mansión aún no se impregnaba de su olor, entró a la recámara y abrazó la almohada inhalando su aroma, estupido Zixun ¿por que tenía que pasar esto ahora?, las cosas por fin iban bien, Weiying lo amaba, su madre le dijo que había hablado con Madam Yu y el tenía un anillo en su bolso desde hace semanas, debió habérselo dado, debió pedírselo y decirle sus sentimientos de forma completamente clara, decirle de frente que lo amaba y que quería pasar el resto de su vida con el, algunas lágrimas salieron de sus ojos no se había sentido tan desesperado desde el día que despertó del coma en esa cama sin poder moverse, completamente débil y delgado, en un pozo de completa oscuridad hasta ese día cuándo Weiying llegó con Jin Ling y se sentó en su cama, tomó su mano y dijo que ellos se parecían, había tocado su nariz, sonrió y el por fin vio algo de luz.

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