𝟔- 𝐄𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐣𝐨𝐝𝐢𝐝𝐨...

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𝙎𝙖𝙙𝙖𝙨𝙝𝙞 𝙐𝙗𝙪𝙮𝙖𝙨𝙝𝙞𝙠𝙞

—Ah... —suspire cansada.

No había logrado dormir desde que había llegado acá y eso que tan solo era un maldito día. Aunque era el lugar donde había crecido, no era mi hogar, no quería volver.

Era el puto infierno.

Pero ¿Por qué estaba aquí?... Ni yo misma lo sabía...

Lo único que tenía claro era salir de aquí lo antes posible.

Sin embargo, no podía quejarme de la vista que tenía hacia la luna.

Estaba sentada en la ventana viendo al cielo despejado y con solo la luna en medio. No recordaba cuanto disfrutaba de esta vista después de venir del cansado "entrenamiento".

O debería llamarle "borde de la muerte".

Cada noche después de eso, me gustaba venir acá a apreciar la hermosa vista, me hacía sentir que a pesar que todo el maldito día era una mierda, al menos la noche era tranquila y pacífica, como si la luna me dijera:

"Todo va a estar bien".

Aún sabiendo que el siguiente día iba a ser peor que el anterior.

Esos días estaban encrustados en mis recuerdos...

Y cuesta mucho que vaya a olvidarlos.

—Maldición... —susurre con molestia al sentir el leve dolor de cabeza.

Una maldita perdida de tiempo pensar en el pasado. Sin embargo, eran heridas que tal vez, nunca cicatricen.

—¡Agh! ¡Maldita sea! —escuche unos fuertes gritos.

Se escuchaba cerca de la entrada de la finca, además que era masculina.

Sonreí con victoria y cierta felicidad.

Camine rápida y sigilosamente hacia la entrada de la finca, me subí a la pared de madera y mire hacia abajo. Vi una cabellera gris cálida mientras se movía en círculos frente a la puerta.

—Pareces una gallina —dije burlona. Volteo a mirarme y me cruce con aquellos ojos violetas —vaya, vaya... No pensé que vendrías —me parecía sorprendente.

Vi su cara de molestia y como chasqueo sus dientes.

¿Acaso no puedo pasar por acá e ir a mi finca? fue lo único que escuché salir de sus labios.

Reí algo fuerte y me baje cayendo frente a él, era más alto que yo así que me tocaba mirar hacia arriba.

Pues creo que en círculos no llegarás muy lejos —respondí no muy convencida con su respuesta.

Gracias a la luz de la luna noche, note como sus mejillas empezaban a teñirse de un color carmín.

—Tsk, mejor cállate —dijo avergonzado.

Yo solo reí, pero no por burlarme, si no, porque me parecía tierno. Era como un lobo, por fuera era rudo y salvaje, pero por dentro, era tierno y penoso. Sin duda alguna, me daba nostalgia al recordar aquellos tiempos...

—¡Tsk! ¡Si solamente vine para que te burlaras de mí! ¡Mejor me largo! —dijo empezando a caminar molesto.

—¡No! ¡No te vayas! —dije tomando su muñeca.

Volteo a mirarme con su ceño fruncido esperando a que dijera algo.

—No me estoy burlando de ti —agache mi mirada —solamente me pareces... tierno... —dije con un pequeño sonrojo en mis mejillas.

𝑳𝒂 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒐𝒏 𝕂ℕ𝕐 (𝑺𝒂𝒏𝒆𝒎𝒊𝒙𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora