Kagaya Ubuyashiki ya no sabía que hacer, los asesinatos causados por demonios iban aumentando cada día y los cazadores simplemente eran débiles... Necesitaba ayuda y solo podía acudir a una persona... Su hermana menor... La reina de la lujuria y el...
(Nota: habrán muchas partes que voy a cortar de la película del tren infinito, ya que no creo que quieran comerse toda la película que ya han de haber visto mil veces. Además, que no queremos hacer más larga la historia. La idea esque sea divertida y no aburrida)
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𝙎𝙖𝙙𝙖𝙨𝙝𝙞 𝙐𝙗𝙪𝙮𝙖𝙨𝙝𝙞𝙠𝙞
Nos encontrábamos todos en el mismo vagón. Aquel tipo rubio con el cabeza de cerdo, el Kamado junto a su hermana demonio y nosotros frente a ellos.
Algo que me tenía totalmente incómoda.
No podía relajarme ni mucho menos, ya que planeaba conversar un poco con Rengoku sobre la misión, ya que solo sé lo que escuche por andar de metiche.
Necesitaba saber más de este demonio, ya que parece ser una luna creciente, tal vez pueda ser la luna que atacó a Yamato. Muzan se ha enterado de mi existencia, y a lo que puedo interpretar, me está buscando, así que tengo que andar con más cautela...
—Danza del Dios del Fuego...
Resonó en mi cabeza las palabras del Kamado.
Volteo a verlo fijamente y tomó de sus hombros.
—¿Donde escuchaste eso? —pregunte.
Este me mira con cierta sorpresa.
—¿Usted la conoce? —preguntó.
No podía ser que este mocoso sabe sobre el aliento solar...
Me apartó de él lentamente y vuelvo a mi asiento...
—¿Como sabes de ello? —pregunte sin responder a su pregunta.
Este me mira con cierta duda, debido a mi mirada fija en él.
Esta conversación no era tan aburrida después de todo.
—Mi padre... él solía hacerlo cada principio de año. Decía que eso traía guarda y prosperidad a nuestra casa. Solía verlo cuando estaba pequeño...
—Tu padre...
—¿Tú sabes si eso es del aliento del fuego? A lo que yo tengo conocimiento, nunca he escuchado de eso —preguntó Rengoku igual de curioso.
—Es porque no es parte del aliento del fuego. Si no, del aliento de sol—respondí.
—¿Aliento de sol? —repitieron los dos.
—Si —mire a Tanjiro nuevamente —por casualidad, ¿tú padre no habrá sido cazador cuando era joven?
—Mi padre estaba enfermo, él nunca en la vida había tomado una espada.
Es curioso... un hombre que jamás tocó una katana en su vida y tampoco ha sido cazador de demonios... ¿Como puede saber algo del aliento solar?
Se podía notar en la cara del mocoso que no sabía nada de ello, y que quería una respuesta.
