𝑳𝒂 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒐𝒏 𝕂ℕ𝕐 (𝑺𝒂𝒏𝒆𝒎𝒊𝒙𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)

🄴🅂🄿🄴🄲🄸🄰🄻 ✨1✨

Nota: Quiero dejar en claro que la historia puede tener diferencias con el manga. Pues esta voy a cambiarle un poco la historia de Kagaya y su orden cronológico de cuando se volvió líder de los "Cazadores de demonios" para que la historia pueda ser más adaptada y entendible.

Espero puedan comprender y disfruten del especial <3

𝕃𝕒 𝕟𝕠𝕔𝕙𝕖 𝕢𝕦𝕖 𝕟𝕠𝕤 𝕧𝕚𝕞𝕠𝕤

Era una noche cualquiera, un día festivo para muchos. Vendían, cantaban y bailaban a la luz de luna, con mucha felicidad y gozo como si no hubiera un mañana.

Todos disfrutaban, eso se podía notar.

Pero... No podía decirse lo mismo para la joven Sadashi de 9 años.

—¡Papá! ¡Sueltame! ¡Lo haré mejor! ¡Lo prometo! —gritaba ella mientras agonizaba de dolor.

Su padre la llevaba arrastrada mientras tomaba de la raíz de su blanco cabello. La chica lloraba debido al dolor que causaba su padre además de las heridas de su duro entrenamiento con los pilares.

—¡No digas mentiras! ¡Ya te he dicho que es lo que tienes que hacer y aún así no entiendes! ¡No aprendes! ¡Parece que todo te lo tomas a chiste! —exclamó con molestia el Ubuyashiki.

Seguía siendo arrastrada hasta llegar a la finca de Sadashi, en la cuál, siempre la llevaban si hacía algo mal en su entrenamiento.

Abrió la puerta y la arrojó dentro cayendo al suelo con mucho dolor. Al intentar levantarse, no lo lograba. Debido al dolor y los moretones hicieron que su cuerpo se entumiera. Lo único que pudo hacer fue levantar su mirada dirigida hacía su padre quien la miraba con enojo y decepción.

—Papá... Por favor...

—¡Callate! ¡Callate! —exclamó furioso —Solo te pedí que hicieras una cosa, Sadashi ¡Una maldita cosa! ¡Y es que te vuelvas fuerte para poder defender a Kagaya! ¡Tú estas sana! ¡Tú no tienes su maldición colgando en el cuello! ¡No tienes mi maldición llevando tu vida cada día! —se acercó a ella —¡Eres una malagradecida! ¡Una débil! —tomó de su cuello —¡Eres una maldita vergüenza para los Ubuyashiki! —dijo para después soltarla y caminar hacia la puerta —Te quedaras acá hasta que mañana vuelvas al entrenamiento. Comerás cuando yo lo pida y te quedarás sola hasta que aprendas a ser digna —azotó la puerta de un golpe.

Sadashi no hizo nada, solo se quedó mirando la puerta sin hacer nada. No estaba dispuesta a levantarse, no tenía las fuerzas para hacerlo, otra vez.

Ya estaba acostumbrada a que su padre la llevará y la dejará ahí como si fuera un animal. Varias veces había escapado, pero el castigo era peor. Varias veces golpeó la puerta rogando que la dejarán salir, pero no funcionaba.

Hizo tanto, tanto, tanto al punto de decir basta para que su padre la dejará, pero era imposible. Nunca dio resultado, nunca pudo estar en paz.

Pero bueno, ella había logrado acostumbrarse de una u otra manera. Descubrió que no era tan malo estar sola en aquella finca, pues al menos podía descansar un rato de su entrenamiento y de su padre.

—Tsk... —trató de volver a levantarse pero le fue imposible —Duele... —dijo a sí misma con agonía.