𝑳𝒂 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒐𝒏 𝕂ℕ𝕐 (𝑺𝒂𝒏𝒆𝒎𝒊𝒙𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)

𝟏𝟐- "𝐍𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐚𝐥𝐞𝐣𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐝𝐞 𝐭𝐢"

𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖

Han pasado 5 meses desde el juicio de los Kamado, y al parecer, todo estaba muy bien.

Sadashi desde ese día, aumentó más su entrenamiento y ha ido a más misiones sin descanso con el fin de ayudar más a su hermano.

Sanemi hacia lo mismo, entrenaba con sus compañeros y Sadashi cuando tenía tiempo e iba a sus misiones.

A pesar de que ambos estaban muy atareados, siempre trataban de darse tiempo el uno al otro.
Ya sea después de una misión, comer algo o simplemente entrenar, disfrutaban estar cerca del otro.

Aunque no sean "nada", aunque no definan su relación, y no confiesen sus sentimientos, ambos sabían que se amaban y que no querían estar lejos el uno del otro...

Aunque claro, el orgullo no les permitía caer ante ello...

—Que agotador es esto —dijo Sadashi desplomandose en el futon.

—Ja ¿Te quejas por eso? Apenas hiciste 100 flexiones —dijo burlon Sanemi acostandose a su lado.

—Se sintieron como 101 —dice la chica volteando a verlo.

—Tonta —el Shinazugawa no pudo evitar reír.

Y Sadashi tampoco.

Ambos se encontraban en la finca del Shinazugawa después de una larga sesión de entrenamiento.

—¿No tienes hambre? —preguntó el Shinazugawa acercándose y tomándola por la cintura.

Ella sonríe y da un beso en su mejilla.

—La verdad, no —río un poco y miró el pecho descubierto del mayor —pero... —dijo hipnotizada por estos.

Esto lo notó el Shinazugawa quien solo dio una pícara sonrisa.

Con ambas manos, tomó la cintura de la chica y la sentó sobre él, dejándola atónita por un momento.

—Al menos, disimula un poco que tienes ganas de comerme —dijo este relamiendo sus labios.

Sadashi solo pudo dar un leve sonrojo debido a la vergüenza.

—N-No es eso —dijo apartando su mirada.

Sanemi solo pudo reír ante la tierna mueca de la Ubuyashiki. Aún le costaba imaginar que ella podía avergonzarse.

Su mirada bajó a sus pechos que estaban cubiertos con vendas, los cuales se veían que estaban a punto de explotar debido a lo ajustados que estaban a su linda y pálida piel.

Sin pensarlo, colocó sus manos sobre ellos y empezó a apretarlos.

—¡Hey! —Sadashi lo mira avergonzada.

Sanemi no presta atención y continua viendo sus senos. La chica al notar esto, sólo se queda callada, sintiendo como poco a poco la temperatura de su cuerpo va subiendo sin control ante el ligero tacto del mayor.

Inconscientemente, sus manos empezaron a quitar las vendas de sus pechos, sorprendiendo al Shinazugawa de la repentina acción.

—Si vas a hacerlo, entonces hazlo bien —dijo ella algo avergonzada.

Su expresión fue de asombro, pero a los segundos, su sonrisa pícara volvió.

—Carajo... —río un poco —harás que pierda el control...

Sanemi se sentó en el futon con ella aún sobre sus caderas. Dio un beso en su mejilla y volvió a mirarla fijamente.

—Ten en claro que no parare —susurró él.