𝟑: 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐮𝐣𝐮𝐫𝐢𝐚 𝐲 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨...

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𝙎𝙖𝙙𝙖𝙨𝙝𝙞 𝙐𝙗𝙪𝙮𝙖𝙨𝙝𝙞𝙠𝙞

Los gritos... Las súplicas de que parará... Los latigazos.. Los goteos de la sangre al recorrer mi piel y caer al suelo mientras estaba al borde de la muerte... El deseo de morir en aquellos momentos... Todo estaba aquí... Todo... Absolutamente todo...

Mi señora ¿Se encuentra bien? la voz de Yamato me sacó de mis pensamientos.

Sacudí levemente mi cabeza y le mire con una leve sonrisa.

Ah si, solamente observaba un poco dije para luego dar otro vistazo a mi alrededor de verdad, se esforzó para que no me sintiera incómoda... mencione soltando una pequeña risa.

¿Por qué lo dice?.

Oh joven Yamato... Si supieras como era este maldito lugar que se hacía llamar "mi hogar" deje mi abanico de lado traeme el tabaco, necesito fumar algo dije mientras me sentaba en el suelo frente a una pequeña mesa.

Yamato obedeció y trajó mi pipa junto con lo que pedí. Encendí ello y comencé a fumar mientras esté se sentaba al frente mío observandome con duda.

¿Necesitas preguntar algo? Tu mirada dice mucho y me está molestando dije sin mirarle.

Oh... Mi señora... No quería... empezó a ponerse nervioso.

Dime ¿Acaso algo te esta incomodando? le mire ¿Es por lo de esta noche?.

Dirigió su mirada al suelo y su semblante era preocupado, Yamato no solía comentarme las cosas que le incomodaban ya que siempre le ha gustado complacerme.

Habla de una maldita vez estaba empezando a molestarme.

Lo siento mi señora me miró nuevamente esque todavía estoy algo nervioso por lo de esta noche confesó el de ojos cielo.

Reí divertida mientras expulsaba el humo de mi boca.

Dijiste que estabas dispuesto a hacerlo por mí ¿Acaso era una mentira?.

—¡No! ¡No! ¿Cómo se le ocurre? Jamás jugaría con los sentimientos de mi señora —agachó su mirada solo que... Me gustaría poder servirle de placer a mi señora dijo con un leve sonrojo en sus mejillas.

Eso es lo que me da placer ¿Entiendes? Así que deja de poner más peros y hazlo respondí con un semblante serio.

Si, mi señora... dijo finalmente rendido.

Yamato es alguien que es muy sumiso a mis órdenes, pero no porque yo lo hiciera, me agradece hasta el día de hoy por haberlo salvado...

...

El sol cayó y subió la luna en su máximo esplendor cubierto el cielo de estrellas, una vez que estábamos listos, partimos al pequeño pueblo que quedaba cerca de la finca. Yo llevaba el mismo kimono y cubría mi rostro con un velo del mismo color, mientras tanto, Yamato llevaba una sombrilla para cubrirme, ya que intentamos no ser tan vistosos.

¿Reservaste la que te pedí? pregunté.

Tal y como me dijo. Es igual a como usted me la pidió.

Sonreí a su respuesta...

Fascinante...

Después de unos pocos minutos, llegamos al pueblo. No había mucha gente ya que era muy de noche, algo que era perfecto para mí y para el acto que quería cometer.

𝑳𝒂 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒐𝒏 𝕂ℕ𝕐 (𝑺𝒂𝒏𝒆𝒎𝒊𝒙𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora