Sweet Lies (Libro N°2- Saga Psicópatas)

Capítulo 1

_¡Gulf no! Recuerdo a mi madre Sara gritarme, cuando con un cuchillo,  estaba a punto de matar al gato que me habían regalado por mi cumpleaños número 10.

Recuerdo no haberle hecho caso. Y sin remordimiento alguno, deslicé lentamente el cuchillo en la elegante garganta del molesto gato aquel. La sangre del animal manchaba mis ropas con su mugrienta sangre.

_ Madre, éste gato infernal ha manchado mis blancas ropas._ me quejé con mi madre, la cual tenía una mirada horrorizada en su rostro.

_ ¿Gulf qué has hecho?_ Me preguntó ella como si no hubiera presenciado mi acto. Por lo cual no pude evitar mirarla confundido. Preguntándome si a mi madre le faltaba un tornillo o algo así.

Dejé al animal sin vida alguna en el piso, y  eso que pensé que los gatos tenían 7 vidas, y me acerqué a mi madre. La cual temblaba con lo que podía interpretar como "miedo". _ Solo es un gato madre._ le dije abrazándola.

Ella se soltó a llorar sin consuelo en mi pequeño abrazo y tan pronto lo hizo me alejé de ella._ No grites como el gato ese, por favor._ le pedí molesto. No entiendo la necesidad de siempre estar haciendo ruido. Por eso maté al gato remilgado ese. Me gusta el silencio.

Mi madre, sin entender mi molestia por el ruido que causa su llanto, volvió a intentar abrazarme, sin dejar de llorar._ ¡Te he dicho que dejes de llorar maldita sea!_ le grite iracundo alejándola de mí con un fuerte empujón. Lo que provocó que se cayera de espalda y se golpeara fuertemente su cabeza contra el piso.

Tan pronto mi madre tocó el piso, chorros de sangre se deslizaban por el piso. Como un hermoso río rojo. Maravillado me senté en el piso y contemplé cómo el chorro de sangre corría libre. Deslizándose por el piso como si tuviera vida. La sangre escapándose del cuerpo de mi madre que estaba tendida pálida en el piso.

Sé que debería de haber entrado en pánico en ese momento. Sentirme enfermo por haber empujado a mi madre para luego simplemente ver cómo el líquido rojo salía de su cuerpo. Sin embargo, todo lo que podía sentir era alivio porque por fin todo estaba en calma. Ningún ruido molesto atormentaba mi cabeza.

Pero claro que no duró mucho. Carmen entró en mi habitación y tan pronto vio a mi madre tirada en el piso, comenzó a gritar.

Gritar

Gritar

Eso es todo lo que los organismos vivos saben hacer. Gritar.

Ignorando los gritos de la sirvienta me levanté del piso y me fui a bañar. Necesitaba con urgencia quitarme la suciedad que me dejó aquel gato en la piel.

Duré horas en la ducha. Por lo que cuando salí del baño, el cuerpo de madre ya no se encontraba en el piso de mi habitación. Ni el del gato tampoco, si vale la pena mencionar. El que sí se encontraba en mi habitación, sentado en una esquina de mi cama, era mi padre.

Él me veía como un desquiciado. Odiándome. Como siempre lo ha hecho. A todos en esa mansión les daba miedo. La única que me veía y trataba con lo que llaman amor es Sara. Pero ojalá y no lo hubiera hecho. Porque sus atenciones pasaban de molestas. Ella solo tenía que haberme dejado por mi cuenta, en vez de estar siempre tratando de ser una buena madre. No necesitaba eso.

_ Ella estuvo a punto de morir, Gulf._ dijo el que se hacía llamar mi padre, Marcos._ Por suerte los doctores pudieron salvarla, pero si tú continúas actuando de esta manera, terminarás matándola._ continuo.

_ Me iré._ le respondí con desinterés. Tal vez las calles sean menos ruidosas que esta casa.

_ ¡No irás a ningún lado niño!_ gritó mi padre colérico._ Buscaremos ayuda para resolver lo que sea que esté mal con esa mente tuya. Eres mi hijo y no voy a rendirme contigo._ expresó mi padre llorando. Pensé que este hombre me odiaba y podía ver la mierda que había en mí. Pero ya veo que era igualito a su esposa, igual de sentimentalista. Bueno, por algo eran pareja, ¿no?

Asentí a sus palabras con tal de que se callara y se fuera. Lo que pareció hacerlo feliz y vino hacia mi emocionado para abrazarme._ Seremos una familia feliz, hijo, te lo prometo.

Esa simple promesa me hizo tratar de fingir que mi mente era la de una persona normal por 15 años. Porque ningún tratamiento médico funcionó. Por más ayuda que mis padres buscaron, luego de la recuperación de mi madre, yo aún seguía queriendo degollar a cada organismo desquiciadamente ruidoso que veía. Por lo que lo mejor  fue fingir estar bien y mantenerme alejado de todos.

Hoy, a mis 25 años de edad, he aprendido a controlar mucho mejor mis comportamientos psicópatas. Según el psiquiatra que mis padres me buscaron, me diagnosticó. Sonrío cuando la situación lo ameritaba. Al igual que muestro compasión o algún tipo de sentimiento estúpido si es necesario. Mayormente, tengo que hacer esto con mi madre, que parece que su única misión en la vida es demostrarme amor. Mi padre, por otro lado, me da mi espacio y a su manera me comprende.

Tan pronto pude me mudé de la mansión a una tranquila casa. La cual está bien apartada de las demás casas del vecindario. Aquí mis días son tranquilos y sin ningún alboroto. Justo como me gusta. Lo que también hace mucho más fácil que controle esta condición mía. No vaya a ser que termine haciendo una locura como la que cometí con mi madre hace años.

No me gusta salir mucho afuera de la casa, solo a casa de mis padres, por lo que mis posibilidades de trabajo no son muchas. Realizo algunas traducciones de libros y otros trabajos que me permiten pagar mis cuentas. Como dicen por allí, vivo el día a día. Pues mi padre, a pesar de que se muere en dinero, solo me da una mensualidad si sabe que estoy hasta el cuello. Todo esto por haberlo defraudado y no haber estudiado leyes para ayudar con el bufete de abogados. Siempre se anda quejando sobre a quién le dejará su legado familiar. Nadie lo manda a adoptar a alguien como yo. Él mismo cavó su propia tumba.

No, fui yo el que cavó su propia tumba al no haberme ido aquella vez. Pero ni en mis más sueños locos me hubiera imaginado lo que mi padre tramaría.

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¡Hola!

Está historia es un tanto fuerte, aún más que Pasión Singular-Libro N° 1- Saga Psicópatas.

Lo único que pido es respeto. Si no te gusta la historia, no la leas. Si no tienes nada agradable que comentar, no lo hagas.

Estoy descubriendo que tipo de libros me gusta escribir, y para ser honesta, Pasión Singular fue muy divertido de escribir. Por lo que estoy tratando de ver con Sweet Lies (Dulces Mentiras) si lo tóxico, perverso, y bizarro es realmente mi estilo.

Disculpen si estoy siendo un poco intensa ja,ja,ja pero creo realmente necesario aclarar estos puntos antes de que la historia prosiga más.

Gracias por leer, votar, y comentar.

Se les quiere,

❤️ E.R♥️