Abbygail Laungmoon nacida en una cuna de oro, siempre obtuvo lo que quería y a pesar de ello era una persona con un corazón noble y amable, siempre tuvo una buena relación sus hermanos y con sus padres, se podría decir que tenía la vida soñada...pe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nos encontrábamos siguiendo a mi hermana por toda la plaza, estaba en su cita con el duque de Stonewall, nos estábamos cansando de estar detrás de ellos, pero para nuestra suerte entraron a una cafetería y nosotras entramos minutos después para no levantar sospecha.
-escuchas algo.-dijo Amelia asomando sus ojos por encima del abanico.
-no no escucho nada, están muy lejos.-escuchamos una voz a nuestras espaldas, por suerte previeron que íbamos a gritar y nos taparon la boca.
Me asuste horrible y más aún cuando esos brazos me rodearon de la nada, pero en el momento en el que olí una fragancia que me recordaba cuando estaba cabalgo en el monte y de pronto se calmaron instantáneamente los latidos de mi corazón, es algo que no podía explicar, me sentía tranquila, segura, me gustaba estar aquí; tanto así que me gire y me acomode en el pecho de esta persona.
-mi lady, estamos haciendo una escena.-escuche al conde hablar mientras alzaba la mirada para verlo a los ojos y él sonreía; se acercó más a mí y bajo sus labios cerca de mi oído y murmuro.- aunque no me molestaría continuar en esta posición con usted, aunque claro como el caballero que soy no permitiría que su reputación se dañe.
Me separe rápidamente del conde murmurando una disculpa y con la cara sonrojada, podía ver una sonrisa gigante en la cara de Amelia y del duque.
-ayyy yo también quiero un abrazo.-dijo el duque abriendo sus brazos hacia el conde y este solo le respondió haciendo una mueca.- bueno si mi querido Luciel no quiere darme un abrazo, quizás la dulce abby quiera.-antes de siquiera acercarse a mí, el conde lo empujo y rodeo su brazo en mi cintura.
-te acercas a ella y te aseguro que, en vez de planear tu boda, comenzaremos a planear tu funeral.-le dijo el conde con una voz que me erizo la piel.
-no crees que estas siendo muy posesivo con ella.-dijo el duque, sonriendo de oreja a oreja.- que yo sepa tu hermana es Amelia, o acaso intercambiaron hermanas con Damon.
-Damon no está presente, así que solo estoy cuidando a su hermana como lo haría con la mía.-dijo con seriedad el conde, en ese momento sentí mi corazón quebrarse y comprendí que debía de dejar de malinterpretar las acciones que tiene el conmigo.
Amelia me miro y sentí que sabía lo que estaba pensando en ese momento, por lo que cogió mi mano y me acerco a ella alejándome de su hermano.
-bueno todo bien, pero que hacen ustedes aquí.-dijo Amelia tratando de aligerar un poco la situación.- nosotras estamos evitando que ese idiota se acerque demasiado a Beth, pero y ustedes.
-a Joseph le gusta Beth.-dijo el conde finalizando el balbuceo de su amigo.
-si eso a mi me gusta...QUE Luciel dijiste que no dirías nada, sabía que no debía decirte, nunca cumples tus promesas.-dijo enojado el duque y sonrojándose hasta mas no poder.-
