Capítulo 20

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Luego de ese día no volví a dirigirle la palabra al conde, el ambiente se tornaba tenso cada vez que estábamos los dos en un mismo lugar, incluso después de que se fueron a su casa, el continuaba yendo a desayunar y a encontrarse con mi hermano

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Luego de ese día no volví a dirigirle la palabra al conde, el ambiente se tornaba tenso cada vez que estábamos los dos en un mismo lugar, incluso después de que se fueron a su casa, el continuaba yendo a desayunar y a encontrarse con mi hermano.

El día de hoy tanto él como el duque estaban reunidos con Damon en su despacho, mis padres fueron de viaje por su aniversario, cada vez que cumplían un año mas iban de viaje por semanas e incluso meses, siempre quise encontrar a alguien con quien estar de esa forma, creía haberlo encontrado pero el destino me dijo una ves mas que esto del amor no es para mí.

-te ves distraída abby.-dijo Amelia sacándome de mis pensamientos.

-sí, es verdad últimamente te veo mas distraída, se que el tema de el conde aun te tiene mal, pero es solo cuestión de tiempo para que el recupere la memoria.-dijo Beth tomando mi mano en señal de apoyo.

-pero que hago yo si el no me quiere cerca...su trato hacia mí es de lo más nefasto...incluso cree que soy una de las chicas que se vende al mejor postor.-una lagrima salió cuando ese recuerdo me vino a la mente.-si esta es una prueba del destino...eso quiere decir que quizás no estamos hechos el uno para el otro.

-Mi hermano te adora, nunca lo había visto de esa forma con nadie...él te ama, y sé que esta situación no los va a separar.-dijo Amelia y limpio las lágrimas que seguían bajando por mis mejillas.

-yo ya no estoy tan segura de eso.-trataba de parar las lágrimas, pero continuaban cayendo.-creo que será mejor que me vaya a lavar la cara, cuando vuelva podremos planificar mejor tu fiesta de cumpleaños Amelia.

Cuando salía de la sala me choque con un fuerte pecho, esperaba el impacto con el suelo, pero unas manos rodearon mi cintura y me apegaron así, voltee a ver a mi salvador y casi doy el grito al cielo cuando vi de cerca el rosto del conde, me aparte rápidamente de el murmurando un pequeño gracias y salí corriendo en dirección a la cocina.

Mi corazón martilleaba y un intenso rubor cubría mi cara y de seguro mis orejas, por que cuando intentaba olvidarlo pasaba algo y volvía a ponerlo en mi camino, mi nana estaba viéndome confundida así que le pedí un poco de agua y algo dulce para que no me preguntara nada.

Luego de un tiempo decidí volver a la sala con las chicas, me sorprendí cuando todos los chicos se encontraban ahí y por la mirada intensa que me dedicaba el conde, me senté a lado de Beth y ayude a elegir algunas cosas para su fiesta, quien iba a pensar que pronto tendría 18 años, durante todo ese tiempo el conde no aparto su mirada de mí, sentía un revoloteo en mi estómago y cuando las ganas de preguntarle por qué me miraba demasiado llegaban a mi tomaba un sorbo de té para aguantarme las ganas.

Los días siguientes fueron de compras, fuimos a incontables tiendas para poder tener lo necesario para la fiesta, y siempre íbamos acompañadas de Damon o del duque, Luciel siempre buscaba una escusa para no ir, sabia perfectamente que era para evitarme pero decidir no decir nada, el día de hoy iríamos a comprar joyas, bueno Amelia y Beth comprarían yo simplemente ira a acompañarlas, cuando llegamos a la tienda me sorprendió ver al conde junto con Amelia y más cuando vi que Scarlett estaba colgada de su brazo.

Solamente a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora