Abbygail Laungmoon nacida en una cuna de oro, siempre obtuvo lo que quería y a pesar de ello era una persona con un corazón noble y amable, siempre tuvo una buena relación sus hermanos y con sus padres, se podría decir que tenía la vida soñada...pe...
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-Luciel encontraste a abby, todo es un desastre, Damon se fue con tu ...hermana...que esta pasando aquí.-dijo mirando a Luciel directamente.- Abby acaso él te obligo, no no no, Luciel estás loco si Damon se entera de esto te mata.
-Joseph que es lo que estás diciendo, yo jamás obligaría a abby a hacer algo que no quiere, y como es eso que se fue con mi hermana, está bien, que paso.-dijo mirándolo visiblemente enojado.
-te conozco Luciel, lo siento creo que todo esto, mejor vámonos a casa, es mejor que te expliquemos ahí, solo no te alteres.-dijo un poco nervioso.
-esta bien, solo deja que haga algo.-dijo sacándose su saco y poniéndolo sobre mi cabeza.-es mejor que nadie te vea salir, es mejor prevenir que lamentar.-y cuando el duque se adelantó se acercó a mi oído y me susurro.-y tu y yo luego debemos hablar.
Mis piernas flaqueaban de lo nerviosa que estaba, mi mente era un caos, pero nada comprado con lo que ocurría en ese lugar, había personas peleándose, algunas chicas estaban en un rincón asustadas, Luciel me llevaba por en medio de toda la multitud de forma segura.
Al salir encontramos el carruaje y subimos enseguida, le dijimos al cochero que fuera rápido, el duque no quiso decir nada, pero se lo notaba tan nervioso que ya estaba imaginándome cualquier escenario trágico, al llegar a la mansión el conde me ayudo a bajar, pero cuando llegamos a la puerta y escucho a su hermana llorar prácticamente corrió hacia ella.
No entendía nada, Amelia estaba llorando en brazos de Damon y cuando vio a su hermano corrió hacia el para seguir llorando, mire a Damon y este solo negó con la cabeza.
-¿qué paso? ¿Estas bien? ¿Te han hecho daño? ¿Amelia contéstame por amor a Dios?.-dijo el conde acariciando el cabello de su hermana, pero esta solo lloraba y negaba con la cabeza.-¿Damon que paso?.-al ver que este no contestaba gritó.- DAMON DIME QUE CARAJOS PASÓ, NO VES QUE ESTOY VOLVIENDOME LOCO.
-Luciel es mejor que te cuente, pero dejemos que se calme primero.-dijo y luego me miro.-abby puedes llevarla a tomar un té, debe tranquilizarse un poco.
-si claro, Amelia ven vamos, dejemos que ellos hablen, yo te cuidare y estaré contigo.-dije tomándola del brazo y conduciéndola a una puerta que yo creía que era la cocina y efectivamente, por lo visto ya era demasiado tarde y no había nadie del personal.-Amelia siéntate, déjame buscar una olla para hacer un poco de té.
Amelia ya no lloraba, pero no había dejado de sollozar y no había articulado ninguna palabra, realmente quería saber, pero no quería que volviera a llorar así que mejor decidí esperar a que me contaran los chicos, porque iban a decirme, aunque no quisieran.
-ten toma un poco de té, es de lavanda seguro hará que te calmes.-dije mientras le pasaba el te.- luego si quieres podemos ir a tu dormitorio, de seguro estas cansada.
Ella solo asintió y se tomo lentamente su te, luego de un buen rato fuimos a su dormitorio por suerte ya no habían vestidos en su cuarto, nos acercamos a su cama y de pronto escuche su voz.
