Capítulo 28

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Desperté debido a unos ruidos en la planta baja, me sentía demasiado cansada como para prestarle la debida atención, hasta que sentí que la puerta de la habitación se abría, volteé para ver a Luciel llevando una bandeja con comida, sin camisa deja...

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Desperté debido a unos ruidos en la planta baja, me sentía demasiado cansada como para prestarle la debida atención, hasta que sentí que la puerta de la habitación se abría, volteé para ver a Luciel llevando una bandeja con comida, sin camisa dejando todo su pecho a la vista.

-te agrada la vista...

-sí, es muy agradable...me encanta ver como mi esposo, viene con el desayuno a la cama...

-tu esposo haría esto y mucho más por ti.-dejo la bandeja en la mesita que estaba cerca y se acercó más a mi.-te sientes bien, te duele algo...

-no mucho...solo es incomodidad, pero no me duele.-dije sentándome en la cama y haciendo espacio para que él se sentara a lado mío.

-me encanta estar así contigo.-dijo mientras me abrazaba y besaba mi cabeza.-quisiera que nunca se acabara este tiempo, que nos pudiéramos quedar aquí así para siempre.

-pero no podemos, algún día debemos regresar a la ciudad, tenemos nuestros hermanos...tú tienes trabajo que hacer y yo pues necesito saber que debe de hacer la esposa de un Conde...-sonreí al imaginarme que todo estaría bien cuando regresáramos.

-tu deber es estar conmigo, nada más...puedo hacer todo si estás conmigo.-me apego más a su cuerpo y comenzó a besar mi cara.

-lo se...pero supongo que debo aprender a manejar una casa, mi madre lo hacía y realmente se veía genial haciéndolo, quisiera ser como ella.-recordé como eran las cosas antes de que fallecieran y una punzada atravesó mi pecho.

-lamento no haber estado contigo preciosa..-beso mi cabeza.

Pasamos todo el día en la cama, haciendo nada, simplemente acompañándonos y disfrutando de estar con el otro.

Los días siguientes fueron iguales, pasábamos en la casa o salíamos a caminar al pueblo en compañía de Fred y su novio, nos sorprendió la reacción de Luciel ya que lo acepto con total normalidad y dijo que incluso lo sospechaba y que le agradara que fuera así y que Fred no quisiera apartarme de su lado.

Realmente me gusta mi vida en este momento, me habia olvidado de todo y simplemente estaba disfrutando de mi vida de casada, sin problemas o cuestiones complicadas.

Luego de unos días Luciel encontró pertinente que regresáramos ya que por mucho que mi hermano estuviera ayudándolo en conjunto con el duque, él tenía cosas que resolver como conde, había cosas que necesitaba su firma y no podía pasar más tiempo alejado de sus obligaciones, el cochero habia vuelto con una carta que lo inquietó y sospecho fue la razón por la que quiere volver.

-te voy a extrañar...-dijo Fred sonriéndome y acercándose a darme un abrazo.

-yo igual, espero que puedas venir a visitarnos o sino tendremos que esperar a que pueda venir de nuevo aquí...

-gracias por entender que no puedo ir...-sonrió y me abrazo una ultima vez antes de subirme al carruaje.

El camino hasta la casa de Luciel, fue interminable, pero Luciel trataba de distraerme hablando de cualquier cosa o dándome besos y cariñitos con los que acabé quedándome dormida, me di cuenta que habíamos llegado a la casa debido a que Luciel me llevaba cargando en sus brazos.

Solamente a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora