Capítulo 7

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Al finalizar la fiesta, nos despedimos de nuestra nueva amiga y el conde nos prometió llevarla el día siguiente a casa para que podamos conversar mejor con ella, le agradecimos y nos dispusimos a subir al carruaje junto con mi hermano, cuando de r...

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Al finalizar la fiesta, nos despedimos de nuestra nueva amiga y el conde nos prometió llevarla el día siguiente a casa para que podamos conversar mejor con ella, le agradecimos y nos dispusimos a subir al carruaje junto con mi hermano, cuando de repente aparece el duque y se dispone a ayudarme a subir.

-mi lady, permita que este humilde caballero la ayude a subir, no vaya a ser que se resbale.-dijo bridando su mano.

-Joseph no creas que por que eres mi amigo, voy a dejar que coquetees con mi princesa.-dijo apartando de un manotazo la mano de su amigo.- creo que debo contratar a alguien para que las cuide, porque primero Luciel coquetea con mi princesa y luego tu.

El conde no apartaba su mirada de mí, era tan intensa que me sentía desnuda ante él, no entendía su comportamiento, porque no deja de mirarme cuando tenía una hermosa mujer a lado, ¿acaso era de ese tipo de hombres que andan con muchas mujeres a la vez?

-si Luciel no deja de ver a tu hermana yo menos, debes darnos la misma oportunidad a los dos ¿verdad Luciel?.-dijo el duque mirando a Luciel y luego mirándome a mi.- Damon no debes de tener preferencia, sabes que él es demasiado duro con todos, yo trataría mejor a tu princesa.

-Joseph, por favor ya déjalo.-dijo el conde casi en un rugido.- no ves que la estas incomodando.- dijo y fijo su mirada en mi.- mi lady lamento que se haya visto involucrada en esta tonta pelea, usted no es un trofeo por el que debamos estar peleando, así que si me permite la ayudare a subir.

Con esto el conde me ayudo a subir tomando mi mano y sonriéndome de la forma más linda que jamás he visto, y por lo visto no era la única asombrada ya que mi hermano y el duque prácticamente tenían la boca abierta y Amelia estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

Ya de camino a casa sentía la mirada risueña de Beth y la mirada fulminante de Damon, mi hermano siempre fue muy sobre protector con nosotras, más conmigo, pero no sé por qué, ellos me dijeron que cuando era pequeña me perdí, pero no recuerdo nada de eso.

-abby te agradan mis amigos.-dijo Damon con voz seria.- princesa que se llegara el día en que te cases, pero te lo pido por favor que no sea con ninguno de mis amigos, los conozco y sé que podrían hacerte feliz, pero prefiero que las cosas que queden tal como están.

-no crees que eres muy egoísta Damon.-reprendió Beth, entendía el punto de ambos, pero realmente no había pensado en Damon en todo este tiempo, él era su amigo no debía pensar en el de la forma en que lo estaba haciendo.

-Beth no soy egoísta conozco a mis amigos y conozco a mi hermana y sé que no estarían juntos, abby es una niña todavía y no la veo casándose la verdad.-dijo Damon tratando de finalizar la conversación.

-pero lo hará, puede que con alguno de ellos o con otro hombre, pero lo hará, yo también lo hare y tú también te casaras, y se perfectamente que no pedirás nuestra opinión.-dijo Beth tratando de no darse por vencida.

Solamente a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora