Capítulo 18

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Los primeros días se sentía una soledad inmensa al momento del desayuno, quien diría que ellos aportaban un poco de alegría en la mesa, Amelia no había venido desde ese día, y el duque estaba ocupado acompañando a su madre que se encontraba enferm...

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Los primeros días se sentía una soledad inmensa al momento del desayuno, quien diría que ellos aportaban un poco de alegría en la mesa, Amelia no había venido desde ese día, y el duque estaba ocupado acompañando a su madre que se encontraba enferma, Beth en ocasiones lo iba a visitar y por ende me quedaba sola en la casa.

Esta mañana me sentía desanimada, no había salido de la habitación, sentía una presión fuerte en el pecho, y una angustia se apodero de mí, Meredith trataba de calmarme conversándome de las cosas que pasaban en la casa y de cómo había visto a Beth besándose con el duque ayer por la noche.

-espero que nadie mas la vea.-dijo mientras arreglaba las cosas de mi aparador.-por qué podría haber problemas si alguien la descubre y les dicen a sus padres...

-aja...

-si y si el joven Damon se entera siento que habrá otra pelea con la vez pasada...

-sí, posiblemente...

-señorita..

-abby, dime abby...

-esta bien, abby debe dejar de estar así...usted había dicho que había arreglado las cosas con el conde, debería esperarlo feliz.-dijo acercándose a mí.

-lo sé, pero es que siento que algo esta mal...

-que tal si sale al jardín o va a cabalgar un rato para poder distraerse.

-tienes razón, quizás es por que estoy aquí encerrada, mejor iré a cabalgar para distraerme un poco...

Y así lo hice, salí rumbo al lago para poder bañarme un rato, luego de unas horas ya estaba tan arrugada como una pasa así que decidí salir y recostarme un poco en el pasto, veía las nubes y trataba de buscar formas en estas, estaba tan embelesada que cuando me di cuenta ya estaba metiéndose el sol y comenzaba a hacer frio.

Decidí que ya era hora de regresar, pero lo iba hacer despacio no quise apurarme ya que de todas formas no quería volver a pensar en ese sentimiento de angustia que residía en su pecho, cuando ya estaba llegando a la casa vio a lo lejos como un hombre pasaba de forma veloz en su caballo rumbo a hacia el centro de la ciudad, no le tomo tanta importancia así que cuando llego a las caballerizas se dispuso a peinar la crin del caballo con sumo cuidado cuando de pronto escucho el sonido de un caballo a lo lejos, cuando estuvo lo suficientemente cerca escuche como el jinete venia gritando mientras llevaba a alguien más con él a cuesta.

-AYUDAAA!!! ABRAN LA PUERTA, LLAMEN AL MEDICO INMEDIATAMENTE

Me paralice por un momento cuando vi que el hombre que gritaba era Damon y el que llevaba a cuesta era Luciel, cuando comprendí lo que estaba pasando corrí a su encuentro, y solo cuando llegue junto a ellos me di cuenta de que las lágrimas habían comenzado a correr por mis mejillas.

-pero que paso...

-ABBY AHORA NO, MIERDA...ACASO HAY ALGUIEN EN ESTA CASA...-vimos salir a nuestro padre un poco enojado, pero cuando vio la situación entendió todo y ayudo a Damon a llevarlo adentro y mando a buscar el médico.

Solamente a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora