Abbygail Laungmoon nacida en una cuna de oro, siempre obtuvo lo que quería y a pesar de ello era una persona con un corazón noble y amable, siempre tuvo una buena relación sus hermanos y con sus padres, se podría decir que tenía la vida soñada...pe...
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A la mañana siguiente todo iba con normalidad Amelia estaba más callada que de costumbre, pero todos nosotros la íbamos aminando a hablar, ella trataba de participar, pero cuando se trataba de Damon solo sonreía y se sonrojaba un poco, yo intuí que era lo que pasaba, pero no quise darle mucha vuelta al asunto, al menos no por ahora.
Por mi lado con el conde decidimos mantener todo esto en secreto, él quería pedirle formalmente mi mano a mis padres, pero yo le dije que debíamos esperar un poco, estábamos recién viendo si solucionábamos lo de Beth y realmente si a mi padre casi se le para el corazón cuando el duque comenzó a cortejar a Beth no me lo imagino cuando Luciel le vaya a pedir mi mano.
-bueno antes de ir a averiguar lo del duque tengo que pasar a dejar a abby a la casa.-dijo Damon mientras se levantaba de sus siento tendiéndome una mano a mí.
-no puedo quedarme un poco más.-dije mirando a Amelia.- quiero pasar más tiempo con ella.
-lo siento abby, sabes que mi madre no te deja salir y no debemos tentar tu suerte llegando tarde.-dijo y volteo a mirar a Amelia.-mi lady puede contar conmigo para lo que sea.
-está bien, Amelia nos vemos después.-dije mientras le sonreía.- duque espero que todo salga bien y conde le agradezco el que haya dejado quedarme en su casa.
-mi casa es suya, espero volver a verla pronto señorita.-dijo mientras besaba mi mano y me sonreía.
-ya ya ya mucha cortesía, o acaso también me vas a decir que te gusta mi hermana, sabes lo que te pasara si lo haces verdad.-dijo riéndose y dándole palmadas amistosas en la espalda.-pero se que no es posible, abby no es tu tipo.
El conde iba a replicar, pero lo miré y moví mi cabeza negando la cabeza lentamente, sabia que aun no era el momento indicado para decirle, Damon aun no le hablaba con el duque no sabia si iba hacerlo lo mismo con Luciel.
Me despedí de los presentes y nos dirigimos al carruaje para ir a casa, el camino no duro mucho tiempo, pero me sorprendió la pregunta de Damon.
-abby, ¿qué opinas de Joseph?, aun no puedo creer que le guste Beth, no puedo creer que me haya traicionado de esa manera.
-el duque es una mala persona.-le pregunte.
-no claro que no, porque lo preguntas.
-entonces cual es el problema, Beth no es una niña y algún día se va a casar y por mi parte realmente quiero que sea con un hombre que sea bueno, que la quiera y que la respete.
-yo igual no lo dudes es solo que, no veo a mis amigos con mis hermanas, y se los dije a los dos, lo pensé de Luciel, pero hasta ahora me ha demostrado que no es así, pero Joseph, de el no lo esperaba, es simplemente que no puedo creerlo
-si me dices que no es un mal hombre cual es el problema, no crees que seria mejor si es con alguien que conocemos, sabremos que no se la llevara lejos, podremos visitarla seguido y de todas formas si no es con él será con alguien más, los tres en algún momento nos casaremos, tu, Beth e incluso yo.
