Capítulo 22

49 11 2
                                    

Las personas pasaban por delante de nosotras dándonos su pésame, yo solo los escucha y asentía, no tenía las fuerzas suficientes para hablar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las personas pasaban por delante de nosotras dándonos su pésame, yo solo los escucha y asentía, no tenía las fuerzas suficientes para hablar. En estos tres días rogué de que todo esto sea mentira, que no fueran ellos lo que sufrieron el accidente, que todo esto era una maldita broma que me estaban jugando, pero no fue así.

Ya ni las lagrimas salían, simplemente me sentía vacía, era como si dentro de mi ya no hubiera nada, no me importaban las palabras de las personas, ni sus miradas cuestionan tés, si porque por más que estén aquí por el velorio, si motivo principal es el de verme y cuchichear de lo desgraciada que es mi vida.

Cunado la noche llego, solo algunas personas se quedaron y siguieron manteniendo el luto con nosotros, entre ellos el duque, el conde y Amelia; el duque se mantuvo siempre apoyando a mi hermana, escuchaba como le decía palabras de aliento que sabia perfectamente que lograba confortarla por lo menos un poco; por otro lado el conde ni siquiera había vuelto a mirarme, sabia perfectamente que ahora con mis padres muertos no había quien lo presionara para que el matrimonio se lleva a cabo, estaba por levantarme cuando la mano de Damon me detuvo.-a dónde vas?

-quiero tomar un poco de aire.-dije en un susurro.

-no vayas, había personas viendo y no quiero que vuelvan a circular rumores sobre ti.-dijo y apretó más mi mano.-es una suerte que mis padres no pudieron ver lo que hiciste con el nombre de nuestra familia.-sus palabras cayeron sobre mi como un balde de agua fría, cada día que pasaba me arrepentía más de lo sucedido, jamás pensé estar en una situación así con Damon, con mi hermano, no me dolían las miradas y las palabras de las demás personas, pero las suyas llegan y perforaban como cuchillos afilado mi arrepentido corazón, así que simplemente me senté bien y aguante lo más que pude las lágrimas que amenazaban por salir, mire al frente y vi al conde sentado con su hermana hablando tranquilamente y desee haber ido con mi padres en ese viaje, desee que se devolviera el tiempo y nunca conocer al conde, nunca haber iniciado con esto, desee al cielo que me ayudara a olvidarlo, el amor duele, no quiero esto, yo...realmente no quiero esto.

Me había quedado mirando un punto fijo, deje de prestar atención a lo que sucedía a mi alrededor, cuando de repente escuche.-alteza no esperábamos que viniera.-levante mi mirada y en el marco de la puerta estaba el príncipe hablando con algunos señores, cuando me vio se disculpó y vino hacia nosotros.

-lamento mucho su perdida.-dijo u le dio un apretón en el hombro a Damon.-abby...yo enserio lo siento.-yo solo asentí, yo quería hablar, pero mi cabeza comenzó a dar vueltas.-abby estas bien, te ves un poco pálida.

-ella está bien, su alteza.-dijo Damon mirándome extrañado.- señora felicity puede traer un poco de agua para abby por favor.-ella asintió y cunado volvió me tendió el vaso con agua y me regaño.

-mi niña te había dicho que comas algo...no es posible que lleves 2 días sin probar bocado.-dijo preocupada y tocando mi frete para comprobar mi temperatura.-no puedes ser... tienes fiebre.

Solamente a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora